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Economía moral

¿Es posible una teoría económica crítica?// Libro de Márkus et al. critica a El Capital de Marx y pone en duda la viabilidad del comunismo (12a entrega)

M

arx (Mx) tenía, además de lo señalado al final de la entrega anterior, buenas razones para preferir cálculos en términos de trabajo (Tr) que en precios de mercado, pues para él el valor de cambio (VC) no era sino la expresión indirecta del Tr vivo y muerto corporizado en las mercancías (M), mientras el precio de mercado no era sino una expresión indirecta y distorsionada del VC. Si el sistema de precios no era sino un proxy no confiable del tamaño relativo de las inversiones reales de Tr, ¿por qué no medir directamente los costos económicos en términos de Tr en lugar de precios? El dinero es la forma fenoménica que tiene que asumir el tiempo de trabajo (TTr). Por ser una forma fenoménica sólo provee una aproximación de tales costos. Con frecuencia no reflejan para nada los cambios en los gastos de producción (Pr). Márkus (M), Kis (K) y Bence (M): MKB continúan analizando en How is Critical Economic Theory Possible? (HCETP) la postura de Mx al respecto y añaden que él insistía en que una contabilidad directa de los gastos sociales de trabajo sólo puede realizarse en un sistema económico donde todos los recursos están concentrados en una sola mano. Una economía socialista como la visualizaba Mx directamente economizaría el TTr. Debemos imaginar la administración de las cosas como una economía centralizada de TTr. Ante estas posturas de Mx, MKB preguntan: 1) ¿Es verdad que los recursos económicos siempre le cuestan a la sociedad un monto igual a los costos de remplazo en términos de TTr físicamente medible? 2) ¿Es concebible una economía dinámica en desarrollo en ausencia del funcionamiento del motivo ganancia? 3) ¿Es el flujo vertical de información sobre necesidades (N), recursos y tecnologías suficiente para garantizar la regulación efectiva de una economía que intente satisfacer N muy individualizadas y cambiantes? 4) ¿Hay alguna seguridad de que las unidades específicas de producción harían realmente uso óptimo de sus capacidades en términos de la economía como un todo? Concluyen que la lista de preguntas podría continuar y anuncian que volverán a algunas de ellas en los próximos capítulos. El capítulo 4 de HCETP se titula Dificultades de la idea de una economía centralizada de TTr y MKB señalan que en él se proponen establecer si es posible un sistema económico regulado directamente en términos de TTr; si el Tr medido en términos de T necesario para producir bienes particulares puede proveer una métrica homogénea para el cálculo económico. No sólo los diferentes productos tienen diferencias cualitativas, sino que corporizan Tr basado en diferentes habilidades. La única manera de hacer los productos del Tr medibles entre sí como productos del Tr es hacer las formas de Tr medibles entre sí las formas de Tr especializadas en diferentes productos. Por eso, dicen, Mx sostiene que la teoría del valor Tr (TVTr) no puede ser comprobable empíricamente, a menos que sea posible rastrear todo Tr calificado hacia atrás en términos de Tr simple, no calificado. Sólo así puede el Tr corporizado en las M ser medido de acuerdo con una medida común en términos de T. El Tr debe ser cualitativamente igual para que las diferencias se vuelvan meramente cuantitativas; sólo diferencias de magnitud, dice Mx en Teorías sobre la plusvalía.

El mercado toma la escala salarial formada por la oferta y la demanda de Tr y establece relaciones cuantitativas claras entre trabajadores con diferentes habilidades. Como quiera que se haga en el mercado, queda claro que no es un problema teórico sino práctico. Mx señala también que el costo de producción de la fuerza de trabajo (FT) calificada es más alto que el de la no calificada. Es decir, los costos de entrenamiento relativos de cada tipo de FT determinarían sus equivalencias en horas de Tr simple. Si preparar una FT especializada cuesta x veces el costo de preparar una FT simple, una hora del trabajo del primero será equivalente a x horas del Tr simple. El método da lugar a una regresión infinita: los costos de entrenamiento también deben calcularse en términos de TTr: “esto significa la suma de TTr objetivados en los bienes requeridos para la subsistencia del estudiante, así como la fracción por estudiante del TTr invertido en sus maestros, más el invertido en edificios, mobiliario y materiales escolares. Pero estos tiempos no son de cualidad homogénea y deben por tanto homogeneizarse. MKB ven estos cálculos como imposibles. A mí me parece que sí puede haber una o más soluciones matemáticas. MKB deciden mirar más de cerca la visión de Mx de la relación entre trabajo simple y complejo. Aunque la habilidad para el Tr simple, que requiere movimientos simples, es una capacidad natural del ser humano, el Tr simple no es un punto de partida natural sino un producto del desarrollo de la economía y la tecnología. Mx señala que la diferenciación entre Tr simple y complejo está presente en todos los sistemas económicos; en las economías precapitalistas esta distinción no depende de que para ciertas tareas sólo se requieran, como ocurre en las industrias modernas, sólo movimientos simples. Da el ejemplo del trabajo artesanal en India, que incluye la coordinación de movimientos de operaciones muy complejas. Estas habilidades especiales se acumulan a través de las generaciones y son transmitidas de padres a hijos. En sociedades precapitalistas la distinción entre simple y complejo significa no tanto diferentes calificaciones técnicas como rangos sociales. El CPL es el primer sistema económico que busca reducir el Tr complejo a Tr simple, lo cual empezó a hacer desde las manufacturas vía la división técnica del trabajo que Mx vio como un prerrequisito técnico para la introducción de maquinaria. La industria mecanizada de gran escala, dice Mx, suplanta la habilidad subjetiva con la aplicación de principios científicos generales; la máquina se vuelve el factor decisivo del proceso de Pr; el movimiento de todo el sistema no procede del trabajador sino de la maquinaria. El trabajador, añade, se transforma en un auxiliar impersonal de estos mecanismos. La máquina descompone la tarea en sus elementos simples, reduciendo también las tareas del trabajador a movimientos simples. Por tanto, remplaza la jerarquía de trabajadores especializados de la manufactura con homogeneidad de trabajadores. Sólo se mantienen las diferencias de edad y sexo. Por esta razón, la producción capitalista en general requiere la indiferencia del trabajador a la naturaleza de su trabajo. MKB comentan: Aunque la industria moderna vuelve la actividad obrera mecánica y unilateral por la reducción de tareas, Mx paradójicamente espera una disolución de la unilateralidad de una adherencia consistente a la reducción. Mientras más homogéneas las funciones de Pr, más pueden los trabajadores pasar de la unilateralidad a un continuo movimiento entre tareas de diferente carácter.