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Disquero
La música que nos cobija
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de mayo de 2025, p. a12

El nuevo disco de Vijay Iyer es un regocijo. Se titula Compassion y compila 12 piezas que entreveran homenajes, referencias y revisitaciones a obras conocidas, junto a obras nuevas en formato trío. Es el segundo disco de Vijay Iyer con Linda May Han Oh en el contrabajo y Tyshawn Sorey en los tambores.

El primero lo grabaron en 2022 y se convirtió en un fenómeno cultural que llamó la atención hacia nuevas maneras de hacer música en una modalidad cultivada desde hace décadas sin que denote fatiga ni necesite malabarismo alguno: piano, contrabajo, batería. Y con eso se arma el cosmos.

Se hizo célebre también aquel disco, de título Uneasy, por sus nuevas formas de protesta social y declaración de principios sin pronunciar palabra, mostrar pancarta alguna ni convocar a nada, salvo a la reflexión.

El impacto mayor de esa grabación fue el nivel estratosférico de calidad de estos tres músicos, cada uno de ellos convertido en una celebridad desde aquel momento. Aunque para entonces cada uno de ellos gozaba de prestigio, en especial el titular del grupo, Vijay Iyer, cuya historia y obra hemos revisado en distintas ocasiones en el Disquero.

A manera de recapitulación para después ir al nuevo disco: Vijay Iyer es músico y científico, estudioso de los procedimientos biológicos de escucha y sus particularidades en la neurociencia de la música.

Es conveniente citar de nuevo la definición mejor, la que hizo hace años The New York Times: conciencia social, colaborador multimedia, constructor de sistemas, rapsodista, pensador histórico y puente de entrada multicultural.

En el Disquero de la semana pasada examinamos su colaboración histórica con uno de sus mentores: Wadada Leo Smith, y subrayamos las distintas causas sociales que defienden y describimos el sistema de conexiones culturales con personajes de izquierda y figuras históricas progresistas.

Nació en Albany, Nueva York, y se crio con sus padres, inmigrados de India, en Fairport, un suburbio del mismo estado. Desde los tres años de edad estudió música y tiene doctorados en matemáticas y en física por la Universidad de Berkeley.

Para su álbum Uneasy congregó a dos jóvenes músicos fuera de serie: la australiana nacida en Malasia, Linda May Han Oh, y al extraordinario baterista, profesor de música y compositor Thyshawn Sorey para hacerse cargo de los tambores.

El vocablo uneasy tiene distintos significados de acuerdo con el contexto: inquieto, ansioso, sin sosiego, agitado, precario, preocupado, sin remedio, alterado, desconcertado. Pero al escuchar el disco Uneasy nos queda claro que es un soplo de inteligencia. Juega con lo que es difícil, pero parece fácil.

Lo demuestra el track final del disco: Entrustment, que es una de las composiciones más hermosas que se hayan hecho: al mismo tiempo compleja que sencilla, de carácter hímnico, lo cual la dota de espiritualidad y hondura y también velocidades inverosímiles en escalas espejo, que se deslizan hacia arriba y hacia abajo como en un óleo de Escher, con distintos estados de alma, todos ellos elevados, muy de pronto a lo Keith Jarrett, muy Arvo Pärt, completamente Vijay Iyer.

En su nuevo disco, Compassion, esos tres músicos superan esos logros y se regocijan en los méritos de la sencillez, la serenidad, la belleza.

El título Compassion denota su vocación espiritual, social y artística. En budismo, la palabra compasión no significa lo que en Occidente se entiende como lástima, sino todo lo contrario: significa empatía, amor, ponerse en los zapatos del otro. Una actitud compasiva es constructiva, benéfica, amorosa.

Es por eso que el nuevo disco de Vijay Iyer con Linda May Han Oh y Tyshawn Sorey está preñado de belleza.

Comienza en silencio, al igual que inician las sesiones de meditación, mientras comenzamos a cruzar un umbral vaporoso donde misterio y fulgor son lo mismo.

Va creciendo la música. Es normal que escuchemos mantras porque así se llama la primera composición y el disco entero: Compassion.

Los mantras son frases que se repiten y que no necesitan una traducción. Por eso el piano es el instrumento universal. Y si a eso le juntamos el contrabajo de una muchacha de un lugar que no parece de este mundo, Malasia, y junto a ella está otro personaje que parece monje budista y lo es, sin necesitar serlo.

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▲ Linda May Han Oh, quien participa con su contrabajo en el disco Compassion, de Vijay Iyer.Foto tomada de su sitio web

¿Estamos despiertos? ¿En medio de un sueño?

La vigilia es vigía, nos orienta en el laberinto que traza la muchacha de Malasia en sonidos guturales, ecos de rocas gigantescas rebotando contra el suelo pleno de moho: su contrabajo cuya acústica rebota en los tambores de Sorey, ensimismado en el sonido de color dorado que brilla en medio de la oscuridad: los platillos de su batería.

Sí, estamos despiertos. Soñando.

Lo interesante es que la serie de epifanías que hilvanan el disco proviene de elementos muy sencillos. Vaya, hay lo que muchos gustan denominar covers, es decir, versiones a clásicos de otros autores, como la pieza Overjoyed, original de Stevie Wonder y que el trío convierte en una fiesta budista.

Ah, entre los detalles de exquisitez técnica, quiero mencionar que el disco comienza como termina, con una insinuación de frases que provienen de lugares que un oído entrenado puede reconocer: al principio, Vijay Iyer musita, entrevera, como que comienza a pronunciar, pero deja a la mitad el vocablo que al final del disco dice con todas sus letras: es el tema motívico del disco Kind of Blue, de Miles Davis, en la pieza inicial de ese disco histórico, titulada So What. Carajo.

Como lo documentamos en el Disquero de la semana pasada, Vijay Iyer y Wadada Leo Smith cultivan militancia con dedicaciones a héroes aniquilados por el poder, ya sea en Gaza, África o cualquier rincón donde la ambición ataca; en el disco que hoy nos ocupa tenemos nuevos casos:

El track 11, titulado It Goes, plantea cómo sería la realidad si hoy viviera Emmer Till, quien fue asesinado cuando tenía 14 años, en 1955, acusado por una mujer blanca que inventó que el niño le estaba coqueteando.

La pieza segunda del disco se titula Arch porque es un arco sonoro que se va construyendo frente a nuestros ojos y dentro de nuestros oídos en su elevación, se detiene en el espacio y desciende lentamente, pero en realidad se llama Arch porque es un homenaje al Archbishop, el arzobispo Desmond Tutu, y así desfilan los anhelos, porque la mejor manera de protesta de estos músicos tienen la forma del anhelo: denuncian atrocidades porque tienen fe en lograr la paz, la armonía, el amor entre semejantes.

Hay otros detalles técnicos para melómanos al alcance del disfrute de todo público, por ejemplo, en la ya mencionada pieza de Stevie Wonder, Overjoyed, Vijay Iyer realiza inflexiones en el piano que musitan, entreveran, dicen la frase a la mitad y nuestro oído completa la idea: es el estilo y la manera como Chick Corea en su momento hizo su propia versión y así esto se convierte en otro homenaje, o como dijera el filósofo Marcos Mundstock a su compañero de Les Luthiers, Daniel Rabinovich: qué bueno que llega usted, porque así este monólogo que estoy sosteniendo se convierte en un bi-ólogo.

La savia, las hojas, las flores, la belleza biológica del disco Compassion nos lleva a otros sueños, como la pieza cuarta, Maelstrom, que cobra velocidad de vértigo en frases repetidas para a su vez repetir el efecto de ese fenómeno de la naturaleza llamado maelstrom: remolino marino. Una sensación de viaje nos circunda.

La pieza sexta, Tempest, suena a eso, a tempestad, mientras el contrabajo de la muchacha de Malasia produce prodigios semejantes a un ave que recoge de un árbol, con su pico, una hoja ancha suficiente para cobijar de la lluvia a otra ave, y esa escena amorosa nos queda en la mente, el corazón y los oídos cuando termina el disco, en plena sensación y certeza de que estamos dormidos y escuchamos esta música.

Así, dormidos, nos llega el tintineo de las líneas de lluvia que crepitan sobre la hoja que nos cobija juntos, amor mío.

X: @PabloEspinosaB

disquerolajornada@gmail.com