Mundo
Ver día anteriorViernes 30 de mayo de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Cae de 55 a 27% la aprobación al ejecutivo

Texanos dudan de Trump al ver afectada su economía

Con el estado casi desierto de migrantes, los funcionarios ven los triunfos del magnate

Foto
▲ En menos de cien días, Ron Barrio tuvo que doblar y guardar el banderín que lucía en su negocio cuando los clientes se vieron afectados en sus bolsillos por la medidas del gobernante.Foto Alfredo Corchado
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de mayo de 2025, p. 21

Puente News Collaborative Eagle Pass. Donald Trump obtuvo 45 por ciento del voto latino a escala nacional en noviembre, y en Texas recibió 55 por ciento, según encuestas de salida de Associated Press y CNN.

Sin embargo, una cadena de nuevos estudios demoscópicos dados a conocer entre el 21 y el 25 de abril mostraron un descenso en las tasas de aprobación del presidente respecto a temas específicos. Una encuesta de Fox News muestra que 55 por ciento dieron altas puntuaciones en seguridad fronteriza, pero la proporción bajó a 38 por ciento en cuanto a su desempeño en economía, y sólo 33 por ciento sobre aranceles.

Mark Jones, politólogo de la Universidad Rice, señaló que, si bien persiste en Texas y en las comunidades fronterizas un fuerte respaldo al presidente republicano en asuntos de seguridad, se perciben signos de erosión del apoyo hacia esfuerzos más draconianos, como la deportación de niños, de ciudadanos estadunidenses, y creciente preocupación por sus políticas comerciales.

Mientras más impacto vemos sobre empleos y precios, más podemos esperar que la erosión crecerá, en especial a lo largo de la frontera, expuso Jones. Los estadunidenses votan con el bolsillo. Siempre escogerán productos más baratos por encima de la retórica.

Por separado, una encuesta del Centro de Investigación Pew muestra 27 por ciento de aprobación a Trump entre los hispánicos, un colapso total entre el grupo de partidarios de Trump que tuvo mayor crecimiento, escribió Mike Madrid, consultor político del Partido Republicano, en el portal Bluesky.

Las inquietudes van de Eagle Pass a Brownsville y El Paso, comunidades donde el gobierno federal tiene un papel excesivo, con miles de empleados en puestos claves, incluida la Patrulla Fronteriza.

Considérese el caso de Ron Barrio, residente de El Paso y agente aduanal en el Cruce Internacional de Importaciones y Exportaciones de Ganado en Santa Teresa, a un lado de la línea fronteriza en Nuevo México. En marzo, mes en que remolinean las tormentas de polvo, Barrio y sus colegas se preocuparon cuando Trump declaró un arancel de 25 por ciento a las importaciones de productos mexicanos y luego lo rescindió. El anuncio detuvo las operaciones, lo que condujo a un fuerte descenso en las importaciones. Barrio, que ayuda a mover ganado entre México y Estados Unidos, señaló haber perdido más de 70 mil dólares.

De la campaña a la realidad

Barrio se describe como partidario de hueso colorado de Trump. Tiene en su oficina un banderín del magnate, pero, después del caos, ese pendón no les cayó bien a algunos clientes que perdieron dinero, uno de los cuales perdió 100 mil dólares en sólo tres días. Barrio enrolló sigilosamente su banderín de MAGA y lo quitó de la vista, por respeto a los clientes.

Aun así, comentó: Necesito darle tiempo al presidente y cien días no bastan. Si al final del año las cosas no tienen mejor aspecto, consideraré mis alternativas.

Daniel Manzanares, director del Cruce Internacional de Importaciones y Exportaciones de Ganado de Santa Teresa, se mostró menos optimista. ¿Un año?, preguntó a Barrio. Como van las cosas, estaremos fritos para entonces.

Cambios para las próximas elecciones

Mientras los residentes y líderes locales sortean el cambiante clima político, la frontera se ha vuelto un escenario aún mayor, un imán para políticos que buscan una forma de crear narrativas.

En fechas recientes, el secretario de la Defensa, Pete Hegseth, que enfrenta un escándalo en Washington, visitó de sorpresa en Nuevo México a soldados en la línea divisoria, y posó frente a un tanque. Las cámaras de televisión se dieron vuelo.

Horas después, la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, también realizó una breve visita. Entre sus actividades: manejar un todoterreno y levantar polvo, con el muro fronterizo a sus espaldas.

Una vez instalado el teatro fronterizo, se vuelve difícil desmantelarlo, advirtió el educador retirado.

Jessie F. Fuentes, quien ha estado en litigio con el gobierno estatal para que permita el acceso al río Bravo en Eagle Pass. Para complementar sus ingresos, Fuentes organiza paseos en kayak por el río.

Una vez que entran (los políticos) en tu casa, es difícil sacarlos, dice. Se niegan a irse.

En toda la frontera, donde los votantes se inclinaron por Trump en noviembre, los políticos demócratas se han visto agitados por las cambiantes mareas sociales.

La representante federal Verónica Escobar, demócrata de El Paso, señaló que se ha propuesto pasar más tiempo recorriendo a pie su distrito.

Ha sido desgarrador ver a muchos migrantes ya asentados en Texas aplaudir las deportaciones en masa de Trump, declaró Escobar a un grupo de reporteros de la Escuela de Posgrado de Periodismo Craig Newmark. “Hemos visto a latinos aplaudir la militarización de la frontera, pero sin entender el impacto que tendrá pronto en sus propias libertades civiles… ése es el verdadero desafío”.

Semanas después de que Trump asumió el cargo, ha habido protestas en el Valle del Río Grande por las redadas de migración en los negocios locales. Las manifestaciones muestran cómo esta región se ve particularmente afectada por algunas políticas de Trump.

“El ethos del valle durante largo tiempo ha sido la vitalidad de su economía, en gran medida por la migración y por el robusto comercio bilateral”, señaló Álvaro Corral, profesor de ciencia política en la Universidad de Texas, en el Valle del Río Grande, en Brownsville. Ya sean aranceles o deportaciones, me parece que el rumbo del gobierno de Trump es un anatema a lo que esta región ha sido en los 30 años recientes.

En Del Río, el final de la ola migratoria afecta la economía, las agencias de servicio social y la contienda política. Los autobuses de alquiler, que en otros tiempos transportaban a miles de indocumentados a otros estados del país, ahora están parados. El centro de procesamiento de migrantes de la Coalición Humanitaria Fronteriza de Valverde está extrañamente vacío. Sólo se reportaron tres encuentros con personas en movilidad en Del Río en un día de abril. Los cuartos de hotel están vacantes de nuevo… sin mostrar las tarifas.

Muro fronterizo a medio construir

Y un muro fronterizo sigue a medio construir, cosa que irrita al alguacil del condado de Valverde, Joe Frank Martínez. La ausencia de grandes números de migrantes podría ser temporal, dijo Martínez, demócrata que obtuvo una victoria por escaso margen en noviembre.

El alguacil señaló que su camino a la victoria electoral consistió en pláticas con la gente que acudía a las tiendas de comestibles, restaurantes y cafeterías. Eso podría ser una lección para otros demócratas en esa región políticamente dividida, comentó.

Hay que conocer a la gente a la que representamos, dijo. Asegurarnos de que entiendan que nunca los abandonaremos. Sostenerse en el terreno y luchar por lo que uno cree. Es así de simple.

(El corresponsal independiente Gaige Dávila contribuyó desde Rio Grande Valley).

Traducción Jorge Anaya