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Economía moral

¿Es posible una teoría económica crítica? Libro de Márkus et al critica a El capital de Marx y pone en duda la viabilidad del comunismo (7ª entrega)

A

l finalizar la entrega anterior, anuncié que hoy explicaría por qué Márkus (GM) considera inaceptable la tesis que la misma ley que explica el valor de cambio (VC) de una mercancía (M) también explica la satisfacción de una necesidad social (NS): la relación natural entre N y valor de uso (VU). A GM le parece inaceptable porque Marx (Mx) le da a N y a VU dos significados: el natural de un objeto útil que satisface una N y el social que se refiere a la demanda efectiva: la N respaldada por la capacidad adquisitiva. Ésta está sujeta a las relaciones entre las clases y sus posiciones económicas, por tanto a la relación entre plusvalía y salarios y a la división en partes de la plusvalía. Se hace evidente que las relaciones de una persona con sus N son también relaciones sociales determinadas por las relaciones sociales entre personas. Si los medios de subsistencia fuesen más baratos o los salarios monetarios más altos, los trabajadores comprarían más VU. Se hace evidente que es el VC lo que determina el límite de la realización del VU. Además, el proceso histórico en cuyo curso la sociedad alcanza los límites naturales de ciertas N es también el proceso en el que surgen nuevas N. El producto sólo puede alcanzar al consumidor si éste lo compra. En la sociedad de producción universal de M, el VC es una condición necesaria para la utilización racional del producto del trabajo: los VU. Es un grave error, señala GM, describir el VU de las M como una relación inmediata entre individuo y objeto. Para el individuo el uso del producto del trabajo nunca está dado de manera inmediata. La manera de su utilización tiene que ser aprendida socialmente, no está asegurada por mecanismos de conducta biológicamente programados. Ni la N está dada naturalmente, incluso en casos cuando tiene fundamentos biológicos claros. Los individuos forman sus N a través de una relación práctica con el mundo material que está enclavada en las condiciones de la interacción social. El producto del trabajo es no sólo un objeto artificialmente construido, sino también una objetivación. Las formas materiales de estos objetos son externalizaciones de fuerzas esenciales humanas, que aparecen como normas (Nor) materializadas de su uso. Estas Nor deben ser aprendidas por los individuos en el curso de su socialización y reproducidas por ellos en su conducta material-social. Esto establece una diferencia fundamental entre estos objetos y los naturales. Estas Nor se diferencian de acuerdo con sus condiciones de producción, con la forma en que grupos y capas están estructurados socialmente, tanto en términos de consumo individual como de utilización de objetos en el ”consumo productivo”. Desde la perspectiva social total, estas Nor forman un sistema: interactúan –interacción sostenida por instituciones– de manera de asegurar la reproducción continua de VU que satisfacen N. Mx señaló que en las sociedades preCPL, la producción y el consumo y las Nor que regulan sus relaciones, no estaban organizadas en torno a una institución económica única, sino que estaban estrechamente entrelazadas con las Nor de la interacción cotidiana. Estos sistemas sociales estaban todos basados “en la unidad original entre el trabajador y las condiciones de trabajo: los individuos como participantes en la producción en una organización basada en el parentesco o la comunidad aldeana, tradicionalmente reclamaban derechos a los medios básicos de producción, sobre todo la tierra, con ayuda de la cual podían sostenerse como miembros de una comunidad. “Todas las comunidades –con sus muchas diferencias– estaban formadas por unidades cerradas en totalidades económicas autocontenidas”. La economía no se había vuelto una esfera social separada. Estos mecanismos sociales podían, sin embargo, asegurar la coherencia entre producción y consumo, en gran medida porque ambos eran de tipo tradicional.

En las sociedades preCPL, tanto las N como los recursos y modos de producción que aseguraban su satisfacción aparecían como naturales-dados. Su inmovilidad natural, su lento e inobservable crecimiento orgánico eran determinados por las limitaciones socioeconómicas del sistema. Los cambios que ocurren en un cierto punto del sistema tienden a permanecer aislados, pues la organización social previene que los recursos humanos liberados por avances tecnológicos en segmentos particulares de producción se esparzan hacia otros segmentos. Es un asunto de vida o muerte para tales sistemas que los cambios incidentales no provoquen tras ellos el tipo de reacción en cadena típico de la dinámica de la producción CPL de M, pues los cambios significativos en la producción y consumo podrían inevitablemente afectar todo el sistema de relaciones sociales. Por eso Mx insiste en que todos los sistemas económicos preCPL son formas embriónicas incapaces de desarrollar el trabajo y el trabajo social y su poder productivo. De ahí la N de separación, de ruptura, de la antítesis de trabajo y propiedad. El CPL es el primer sistema económico que ha realizado esta separación, liberando los factores de producción de los límites tradicionales de comunidades naturales, al desincrustar la economía de los otros dominios de la vida y así ha eliminado las restricciones no económicas impuestas al uso racional de los recursos. El mercado CPL que transforma todas las relaciones económicas en relaciones mercantiles reduce la diversidad cualitativa de las M producidas y de los factores de producción a una métrica única, puramente económica, la del V, y asigna las fuerzas de producción entre distintas tareas en términos de dicha métrica. Para el capital, toda inversión productiva es sólo una fuente de ganancia y no responde a ninguna otra diferencia que las tasas de ganancia esperadas. El propósito de la producción CPL ya no es la satisfacción de N fijas, sino la realización de V, más exactamente de plusvalor. La persecución maniaca de plusvalía obliga al capital a expandir el campo de sus oportunidades, más allá de barreras y prejuicios nacionales, y de la satisfacción tradicional, confinada, incrustada de N actuales y reproducción de viejas formas de vida. Es destructivo de todo esto, lo revoluciona constantemente destrozando las barreras que cercan el desarrollo de las fuerzas de producción, la expansión de N, el desarrollo multilateral de la producción. Pero este desarrollo ilimitado conlleva un costo muy alto: la relación entre personas en la producción asume un carácter material independiente de su control y su actividad individual consciente.

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