Lunes 21 de abril de 2025, p. 4
La decisión de Donald Trump de restringir al máximo los presupuestos a la asistencia internacional ha colocado en jaque al sistema de asilo en México: la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) tendrá una caída de 62 por ciento en el presupuesto para 2025.
Funcionarios vinculados con el sistema de asilo indicaron que la baja de estos recursos ha comenzado a tener efectos negativos en programas de apoyo a la población solicitante de ese derecho y refugiada y a decenas de albergues en territorio nacional, e incluso afectan la operación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que desde 2019 recibe del Acnur hasta dos terceras partes de sus recursos anuales.
De acuerdo con los informes públicos de esta agencia de la ONU, el año pasado, su oficina en México tuvo un presupuesto de 58.6 millones de dólares (unos mil 169 millones de pesos). De ese total, 85 por ciento (poco más de 50 millones de dólares) provino de las subvenciones de Washington a través de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado, siendo la principal fuente de financiamiento.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca para un segundo periodo, y sus nuevas políticas sobre las contribuciones a la asistencia humanitaria, hoy la realidad es otra.
Este año, el presupuesto de Acnur México alcanzará apenas 22.2 millones de dólares (alrededor de 440 millones de pesos).
Silvia Garduño, portavoz de Acnur México, reconoció que estos sustanciales recortes han comenzado a afectar la operación
de esa instancia.
Esto llevará, dijo, a un reajuste en los esquemas con los que se venía trabajando, y se dará prioridad a mantener la atención y apoyo a las personas solicitantes de asilo y refugiadas en México.
Una de las primeras medidas de la administración Trump en este segundo mandato fue someter a revisión
toda la ayuda que Estados Unidos tenía etiquetada para desarrollo y asistencia humanitaria global a través de diversas oficinas gubernamentales, por lo que se han dado recortes en diversos ámbitos de los derechos humanos, migración, protección al medio ambiente, educación y salud, por citar algunos.
Paradójicamente, el presupuesto de la Acnur México tuvo importantes incrementos en el primer periodo presidencial del republicano. En 2019, Estados Unidos destinó 50 millones de dólares a Acnur México, en 2020, 47.9 millones, de acuerdo con los reportes públicos.
Las nuevas medidas del magnate se dan en un contexto en el que la movilidad humana en el hemisferio ha alcanzado flujos sin precedente. Según estimaciones de Acnur, en las Américas hay 20 millones de personas desplazadas por la fuerza.
En el caso de México, en una década se dispararon a la alza las solicitudes de personas que buscan asilo. Cifras de la Comar muestran que en 2014 se registraron 2 mil 137 y el año pasado 78 mil 975. Fue 2023 el año con más trámites de este tipo con 140 mil 720 peticiones.
Menos recursos, mayores retos
La Comar, dependiente de la Secretaría de Gobernación, se convirtió en una pieza fundamental para responder a las necesidades de protección de miles de personas y mantener la tradición de México como un país de acogida. Sin embargo, los presupuestos para esa institución no han ido en consonancia con el tamaño del reto.
Para saldar la limitante económica, en 2019 la Comar y Acnur establecieron un convenio a través del cual esa instancia de la ONU aporta aproximadamente dos terceras partes de los recursos de la primera.
El año pasado, en el Presupuesto de Egresos de la Federación se otorgó a la Comar poco más de 51 millones de pesos y, gracias al acuerdo con el Acnur, sus recursos casi se triplicaron. A causa de los recortes para 2025 decretados desde Washington, hoy está en riesgo ese apoyo.
Sumado a ello, para este año la Cámara de Diputados asignó 10 por ciento menos recursos para la Comar, que contará con 47 millones 866 mil 822 pesos durante el actual ejercicio fiscal.
Para Silvia Garduño, la reducción en los recursos de Acnur puede tener un impacto sobre la Comar, afectando la atención para los solicitantes de asilo, la eficiencia de los procesos y la capacidad del sistema de asilo.
Otra de las secuelas en la labor del Acnur México se verá en el Programa de Integración, con el que esa agencia ha logrado que de 2016 a la fecha 50 mil personas refugiadas y solicitantes de asilo se trasladen del sur a entidades de otros puntos del país, logrando su reintegración con opciones laborales, educativas y de salud, entre otras.
De hecho, la integración de las personas refugiadas en México contribuye a que menos busquen llegar a Estados Unidos.
La vocera de Acnur enfatizó que fortalecer el sistema de asilo ha permitido que muchas personas que han huido de la violencia consideren que México es una opción de vida, y eso evita que busquen llegar a Estados Unidos.
De su lado, las fuentes oficiales consultadas señalaron que los recortes presupuestales ordenados por Trump derivarán en una nueva alza en los flujos migratorios –contrario a su objetivo de contenerlos–, pues al verse sin opciones de asilo en países como México, buscarán otras opciones para llegar a Estados Unidos, lo que conllevará mayores riesgos a su integridad
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