Se incumple la norma 001
Discriminación, acoso laboral y maltrato, entre las problemáticas
Lunes 27 de enero de 2025, p. 12
Las denuncias que durante años han expuesto médicos residentes –estudiantes de una especialidad clínica– sobre sus precarias condiciones de trabajo por horarios, guardias extenuantes y acoso laboral, entre otros, se buscaron subsanar con la publicación de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 001 sobre la organización y funcionamiento de las residencias médicas.
La norma entró en vigor el pasado mes de septiembre, pero todavía no se cumple en las unidades de salud.
El doctor Juan Pablo Cervantes Minjares, residente de cirugía cardiotorácica en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad de Petróleos Mexicanos (Pemex), es ejemplo de ello, ya que le rescindieron el contrato antes de concluir su primer año de estudios en esa especialidad.
Aseguró que fue víctima de abusos, le asignaron guardias casi continuas, con frecuencia lo dejaron solo en la atención de los pacientes graves por algún padecimiento cardiaco y no tuvo la orientación del médico responsable de su formación.
Durante un mes, en que el médico adscrito se fue de vacaciones, me dejaron solo, mientras en otras áreas había tres residentes. Se supone que al ser de primer año debe haber médicos de base y alumnos de grados superiores que asesoren y acompañen al de nuevo ingreso. No lo hicieron
y aún así, todos los pacientes a su cargo, estuvieron bien.
No obstante, al regresar el doctor de base me corrió del servicio, según él porque yo no aprendía ni tenía disposición para nada
. El mismo trato recibió de los residentes de grados superiores que de manera constante lo agredían con frases como: no sirves para la medicina, ni pareces médico
. Todo contribuyó para dañar su salud física y mental de Cervantes Minjares.
El galeno ingresó al Hospital Sur de Pemex en marzo de 2024, después de haber cursado dos años de cirugía general en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, requisito para solicitar su inscripción a la especialidad de cirugía cardiotorácica y fue aceptado.
En entrevista, comentó que los malos tratos se dieron desde su llegada y a lo largo de los meses en que su actividad estaba bajo constante escrutinio y las evaluaciones académicas incluían temas que no había visto en las clases y menos en la práctica clínica.
Ante la falta de respuesta de autoridades del nosocomio, Cervantes Minjares envió escritos a diversas dependencias; así como a la Presidencia de la República. Esta instancia fue la única que contestó y logró que bajara el acoso laboral, pero continuaron los exámenes académicos que sólo buscaban perjudicarme
.
La Dirección General de Calidad y Educación en Salud contestó que la relación de los médicos residentes con las instituciones en las que laboran se rigen por las reglas internas de cada una y refiere que el nosocomio informó sobre el incumplimiento de Pablo Cervantes con la entrega del comprobante de inscripción a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El residente dio a conocer que no le autorizaron vacaciones en agosto para obtener las constancias de estudios de la licenciatura y la especialidad de las universidades de Guadalajara y de Tabasco, respectivamente.
Con estos documentos habría completado su inscripción en la UNAM. Como no lo hizo, el hospital de Pemex rescindió su contrato luego de una investigación
que duró 15 días, durante los cuales se ordenó al médico que en su horario de trabajo permaneciera en una oficina.