Seúl. El ex presidente suspendido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue detenido formalmente la víspera, días después de haber sido apresado en la residencia oficial de Seúl, ante la posibilidad de ser encarcelado por su declaración de la ley marcial el mes pasado.

Yoon se convirtió en el primer ex mandatario de la historia moderna del país detenido formalmente; en este caso, por insurrección y abuso de poder tras su declaración de ley marcial del 3 de diciembre, lo que desencadenó la crisis política más grave del país desde su democratización, a finales de la década de los años 80.

Ahora podrá estar 20 días bajo custodia, plazo que incluye el tiempo transcurrido desde su arresto el pasado miércoles por orden de la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Cargos, organismo que tiene intención de entregar a Yoon a la Fiscalía en 10 días; también podría ser imputado en los 10 días restantes hasta que se cumplan los 20.

Los abogados de Yoon podrían presentar una petición para impugnar la orden de arresto del tribunal.

Informaron que habló durante unos 40 minutos con el juez durante la audiencia a puerta cerrada de casi cinco horas.

El equipo legal y las agencias anticorrupción presentaron argumentos opuestos sobre si debería permanecer bajo custodia.

Nueve personas, incluido el ministro de defensa de Yoon, el jefe de policía y varios comandantes militares de alto rango ya han sido aprehendidos y acusados por su desempeño en la aplicación de la ley marcial.

El ex mandatario también se enfrenta a un proceso judicial en el Tribunal Constitucional para ratificar o rechazar la moción de destitución aprobada por los diputados.

La aparición de Yoon en el tribunal del distrito occidental de Seúl provocó escenas caóticas en las calles cercanas, donde al menos 40 personas fueron detenidas en una protesta con miles de asistentes que se celebró frente al Tribunal del Distrito Occidental de Seúl para protestar por la detención.

Los manifestantes se concentraron ante el tribunal, rompieron ventanas del edificio e irrumpieron en la sede judicial.

También arrojaron sillas de plástico, papeleras y otros objetos lanzados contra los agentes al tiempo que coreaban repetidamente ¡Presidente Yoon Suk Yeol!

En cambio, manifestantes que estaban a favor de su arresto celebraron el dictamen judicial con consignas como La justicia vive.