La puesta en escena El amarillo sol de tus cabellos largos plantea un ejercicio profundo de reflexión sobre el patriarcado, el colonialismo y la disidencia sexual. La farsa se emplea como herramienta para hablar de la violencia sin perder la cercanía emocional.

En entrevista con La Jornada, la directora escénica Andalucía compartió que este proyecto, montado en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, fue una idea incubada durante más de tres años por Édgar Valadez, en conjunto con la compañía Festín Efímero.

“Es fundamental hacer que los espectadores rían, pero también que se cuestionen. En esta obra no sólo aludimos al machismo o al patriarcado, sino que realizamos un análisis mucho más profundo sobre cómo las estructuras sociales y coloniales nos violentan a todos, sin importar género, raza o clase.

La farsa permite mantener una distancia que facilita la empatía con los personajes, incluso cuando éstos se enfrentan a situaciones tan extremas como la violencia transfóbica. Este tipo de humor tiene el poder de romper con la gravedad del tema, pero sin trivializarlo.

La historia se centra en Alma, travesti a quien su familia le quita a su hijo por su identidad de género. Este conflicto se desenvuelve en un escenario donde cada personaje, cargado con su propio dolor, enfrenta las múltiples facetas de una violencia personal y colectiva.

Andalucía (Ciudad de México, 1998) subrayó que el uso de máscaras y el movimiento corporal juegan un papel clave para transmitir las emociones de los actores.

“La máscara nos permite neutralizar el género y romper con las convenciones que limitan nuestra percepción sobre los personajes. No hay marcadores obvios de género, y eso abre una nueva dimensión para los asistentes.

“La corporalidad es otro eje fundamental del montaje, pues el entrenamiento físico de los actores se basa en la técnica de viewpoints, que busca que el cuerpo sea el vehículo principal de comunicación, más allá de las palabras.”

El proceso de trabajo con el elenco fue, según la directora, un viaje de aprendizaje compartido. Con un grupo de ocho actores y actrices, entre ellos Belén Aguilar, Héctor Iván González, Luis Javier Morales, Tania María Muñoz, Renée Sabina, Bru Uribe, José Juan Sánchez, Édgar Valadez y Fabián Varona.

El entrenamiento físico también fue crucial, destacó Andalucía. Queríamos que todos los actores, independientemente de su experiencia en danza o teatro, pudieran expresar las emociones de sus personajes a través del cuerpo, y esto no fue fácil. Pero el resultado ha sido increíble, todos han aportado algo singular al montaje.

Con una formación en teatro, danza y música, la directora escénica integró todos estos elementos en la puesta en escena, a fin de crear una atmósfera única en la que las melodías y el movimiento son tan esenciales como el texto.

Para mí, el teatro es un lugar donde todo puede convivir, añadió Andalucía. “Lo importante es que los lenguajes artísticos se apoyen mutuamente para contar una historia que nos interpele profundamente.

“El verdadero enemigo es el binarismo. La puesta en escena nos invita a cuestionar cómo la sociedad ha impuesto una forma rígida de identificar y vivir el género, sin considerar las múltiples posibilidades que existen fuera de esa estructura.

Al final, queremos que los espectadores entiendan que no es un problema de hombres contra mujeres, sino de una lucha contra las normas que nos han limitado a todos.

Las últimas funciones de El amarillo sol de tus cabellos largos son esta semana: lunes, martes y miércoles a las 20 horas en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn). La entrada cuesta 259 pesos.