Para la familia de la activista Claudia Uruchurtu Cruz, desaparecida la noche del 26 de marzo de 2021, han triunfado la injusticia, el tráfico de influencias y la impunidad, pues la ex presidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Oaxaca, la morenista Lizbeth Victoria Huerta, señalada como responsable de ese delito fue puesta en libertad ayer por la madrugada. Lizbeth Victoria es colaboradora y amiga del gobernador Salomón Jara, a quien señalan de tender un manto de impunidad en este caso.

Las hermanas Uruchurtu Cruz dieron a conocer en un escrito que el viernes cuando se les notificó como víctimas indirectas la resolución de segunda instancia dentro de la causa penal 203/2021, a través de la cual la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal Colegiada del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, han decidido modificar a modo la sentencia contra Lizbeth Victoria Huerta, Nelci Yanet o Nelci Yanex Vásquez Jiménez y Juan Antonio Hernández Martínez, para facilitar su libertad y la impunidad por la desaparición forzada de nuestra hermana Claudia.

El abogado Efraín Velásquez explicó que han enfrentado un proceso jurídico complicado desde el inicio pues el estado ha buscado beneficiar y defender a la ex alcaldesa, a quien desde el principio se le señaló como autora intelectual de la desaparición de Claudia; la jueza de control María Teresa Quevedo Sánchez reconfiguró en diciembre de 2022 el delito de desaparición forzada del que se acusaba a la ex edil, con lo cual le redujo la sentencia a cuatro años, dos meses y 22 días de prisión por obstrucción de búsqueda, en lugar de establecer una condena de entre 40 y 60 años de cárcel.

La activista había acusado malos manejos de recursos públicos en el ayuntamiento de Nochixtlán que encabezaba Lizbeth Huerta –detenida el 7 de mayo del 2021–, y desapareció tras participar en una protesta en el parque de esa localidad. Testigos aseguraron que fue subida por la fuerza a una camioneta roja tras lo cual no se supo más de ella.

Elizabeth y Sara Uruchurtu Cruz expusieron que en la conciencia de los magistrados Margarita Leonor Gopar, Luis Enrique Cordero y Abraham Isaac Soriano, que decidieron modificar la sentencia de la ex alcaldesa para facilitar su libertad, pesará esta decisión que marca la historia de Oaxaca y muestra cómo se privilegia la injusticia sobre la verdad, la opacidad sobre el dolor de las víctimas.

¿Qué podíamos esperar de una magistrada que llegó después de ser parte de la Consejería Jurídica de Salomón Jara?, de un magistrado que dice contar con una perspectiva pluralista y al no tener la legitimidad de los pueblos originarios busca ser premiado con el cargo de ministro después de la reforma al sistema judicial, y finalmente de alguien que llegó a este cargo después de un escándalo por desempeñar dos funciones de manera inconstitucional y vulnerar la paridad de género en el Poder Judicial, reprocharon.