Valladolid, Yuc., La ceremonia de graduación en el plantel Valladolid de la Universidad del Bienestar Benito Juárez fue el escenario en el cual la coordinadora general de este sistema, Raquel Sosa, hizo un reconocimiento al Laboratorio del Teatro Campesino indígena. Con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum honró la aportación que hiciera María Luisa Martínez Medrano, su fundadora.

Una larga lucha para que las culturas indígenas tuvieran acceso a expresar su realidad en el teatro. Raquel Sosa recordó en su intervención cómo, en los comienzos de esta experiencia que ha representado el Teatro Campesino Indígena, recorría con nuestro querido compañero Carlos Payán diversas partes del país, donde este grupo de actores realizaba presentaciones.

Se trataba de la presentación de un teatro profundo a cargo de algunos actores indígenas a quienes en un principio se les complicaba recuperar su esencia maya, porque inicialmente no sentían que podían expresarse en su lengua, pero poco a poco fueron recuperándolo, añadió.

Por ello, y cuando se han cumplido seis años de su fallecimiento, ayer María Alicia Medrano recibió un reconocimiento por entregar toda su grandeza a las comunidades indígenas no para producir teatros ajenos, sino para generar teatro profundo ligado a esas comunidades, de los pueblos originarios particularmente al pueblo maya.

En este contexto, se entregaron títulos honoríficos de las Universidades del Bienestar Benito Juárez a Delia Rendón, quien acompañó durante 40 años a Medrano, y a José Hierbes y José Loreto, grandes creadores y directores.