Organizaciones civiles expresaron preocupación por el incendio intencional registrado la madrugada del jueves en el campamento irregular de migrantes ubicado en la colonia Vallejo, y que consumió cuatro cuartos y dañó otros tres.

Instaron al gobierno capitalino a establecer medidas orientadas a garantizar la seguridad de los extranjeros y sus familias que habitan en esta zona en pequeños cuartos construidos con retaso de madera y plástico.

Urgieron también a prevenir toda posibilidad de repetición de estos condenables hechos.

El Grupo de Monitoreo Frontera Centro, que aglutina al albergue Cafemin, la Clínica Jurídica para Refugiados Alaíde Foppa y Servicio Jesuita a Refugiados México, entre otras organizaciones, expresó que si bien no hay víctimas que lamentar por la conflagración, varias familias migrantes perdieron todas sus pertenencias, incluidos documentos de identidad, medicamentos y ropa.

Señaló la responsabilidad del Instituto Nacional de Migración (INM) porque no ha facilitado procesos de regularización para que las personas puedan estar de manera segura en el país, ya sea temporal o permanente.

Asimismo, indicó que el gobierno de la Ciudad de México ha incumplido su obligación de garantizar alojamiento digno, seguro y suficiente para los extranjeros en tránsito, quienes están en espera de sus procesos de asilo y regularización en el país.

Los habitantes del campamento de migrantes, muchos de ellos originarios de Venezuela, Colombia, Honduras y El Salvador, comentaron que antes de que se registrara el incendio escucharon una motocicleta que circuló por la zona y, enseguida, la explosión de un cohete, alrededor de las 3:30 de la madrugada del jueves.

Ante el miedo de que tal situación ocurra de nuevo, pidieron al INM que les entregue permisos para transitar por territorio nacional.