Carcass, agrupación de heavy metal extremo originada en Liverpool en 1985, realizó un tour de 10 fechas a lo largo de México, y algunas de las ciudades donde se presentaron no son habituales para un grupo de su tamaño. La personalidad del guitarrista Bill Steer parece lo opuesto a la música de la banda que él comenzó cuando cursaba la secundaria.

Mientras que el sonido del grupo hizo escuela en nuevas formas de agresividad musical y las letras perfeccionaron las temáticas violentas en el metal, Steer, quien también participó en los primeros discos de Napalm Death, es pura amabilidad en entrevista.

“La razón por la que tenemos tantas fechas en el tour es que los promotores nos presentaron una buena oportunidad para una banda de nuestro tamaño, y fue una chance para ir a partes del país que no hemos experimentado antes. Cuando nos mostraron la agenda y estaban todos esos lugares que ninguno de los integrantes conoce, estuvimos encantados. Nuestras fechas de giras son implacables. Venimos de terminar una gira por Estados Unidos con Hatebreed; tuvimos un par de días en casa para arreglar nuestros asuntos personales; ahora estamos en México; pararemos para Navidad y empezamos de vuelta en enero”, explica el músico.

Los conciertos de Carcass comenzaron el 20 de noviembre en Torreón, el 21 en Monterrey, el 22 en Chihuahua, 23 en Tijuana, 24 en la Ciudad de México, 27 Irapuato, 28 en Querétaro, 29 en San Luis Potosí, 30 en Guadalajara, y el primer día de diciembre finalizaron en Mérida.

La historia de la evolución del metal cuando surge Carcass está íntimamente relacionada con el intercambio de grabaciones caseras y cartas entre grupos de diferentes partes del mundo: Recuerdo los días de intercambio de cintas con mucho cariño; tuve mucha suerte de ser parte de eso, hice amistades que siguen vigentes. Estuve en contacto como Nicke Andersson de Entombed y Euronymous deMayhem. Todo giraba alrededor de los fanzines, hacer cintas para gente, intercambiar volantes. Fueron tiempos muy excitantes y no se daba por sentado a la música, porque los fanáticos tenían que trabajar y esperar mucho para conseguirla.

El imaginario violento

Ese avance de la música extrema se vio reflejado en artes de tapa con contenido gráfico explícito, más parecido al archivo de una autopsia que a una portada de disco tradicional: “Tomamos esas decisiones cuando éramos adolescentes, no tengo remordimientos, pero soy una persona diferente del joven que pensaba que eso era radical o desafiante. Creo que éramos los clásicos chicos outsiders, queríamos causar confusión y tal vez conseguir una reacción de la gente. Recuerdo cómo me sentía a esa edad y con las tapas y las letras, pero ahora no somos las mismas personas”.

Carcass usó una obra del artista H.R. Giger, reconocido entre otras cosas por sus diseños en la cinta Alien y portadas provocativas, para la tapa del disco Heartwork (1993), que Steer considera el mejor álbum de esa etapa del grupo, eligieron la escultura de un símbolo de la paz intervenido con el estilo del artista: El origen de esa tapa fue simplemente Jeff Walker, nuestro bajista y compositor, viendo una primera versión de la escultura de Giger, pero cuando nuestro mánager se acercó al representante del escultor, éste nos informó que había una nueva versión de la obra y esa es la que finalmente utilizamos. Lo conocimos en su casa en Suiza y fue fascinante; es seguro decir que era una persona inusual, bastante tímida. Fue muy inspirador ver donde vivía y trabajaba, había arte en todas partes. No soy una persona particularmente interesada en el arte, pero fue impactante.

Del D-beat al grindcore

La importancia de Steer en la historia del metal tiene que ver con haber pasado en poco tiempo del grupo Disattack, que practicaba D-beat, subestilo hardcore punk asociado a la banda Discharge, a Napalm Death, banda con visión social crítica y una forma bastante más extrema, para finalmente formar Carcass, que agregaría técnica a toda esa agresividad e instalaría un nuevo estándar de violencia lírica. En la charla cuenta Steer: Es un recuerdo fangoso. La versión original de Carcass fue una banda que formamos en la secundaria, hicimos algunas grabaciones de mala calidad en 1985 y nos separamos muy rápido. Alrededor de esa época me hice amigo de chicos mayores que eran punks y ellos tenían una banda prácticamente imaginaria llamada Disattack, pero a medida que nos fuimos conociendo querían hacerla realidad, así que ensayamos, creo que tocamos un par de conciertos y grabamos un demo en 1986. Entonces Disattack empezó a cambiar de formación; en un punto los punks se estaban haciendo metaleros, así que estaban abiertos a cambiar el nombre a Carcass. En esa época llegó Jeff Walker al bajo, luego de que lo echaran de Electro Hippies. Fue un momento en que algunos querían tocar death metal underground extremo. Bandas como Repulsion, Master y Death nos unían, eran nuestra zona musical de confort. Por ese tiempo conocí a Napalm Death que tenían problemas para conseguir guitarrista y toqué con ellos, así que fueron tiempos muy ocupados.

Scum, un estallido en la historia del metal

En los dos lados de Scum, el debut de Napalm Death, se encuentra una variedad de proyectos: JustinBroadrick, guitarrista y vocalista, que armó Godflesh, Jesu y su proyecto solista JK Flesh; el baterista Mick Harris, que hizo Painkiller junto al saxofonista John Zorn, pero su interés principal fue Scorn, donde también colaboró el bajista del lado A de Scum, Nicholas Bullen; el vocalista Lee Dorrian, quien formó el proyecto Cathedral; y el bajista Jim Whitely que colaboró con Doom, grupo representativo del D-beat. Entre todos estos importantes músicos, también está Bill Steer, integrante de Carcass, quien además de tocar en el lado B de este genial elepé, tocó en otro de los discos clásicos de Napal Death, From Enslavement To Obliteration: “El entendimiento de la variedad musical que surgió allí definitivamente vino después. Era un chico que recién había cumplido 17 años cuando empezamos a trabajar lo que se convirtió en el lado B de Scum. Las cosas sucedían rápidamente y yo sólo estaba contento de estar involucrado. Ellos tenían 19 y, a esa edad, dos años es una gran diferencia: ellos tenían más experiencia. En retrospectiva, no es sorprendente que ese grupo haya sacado tantos músicos que fueron en direcciones diferentes, porque lo que todos teníamos en común es que éramos personas extrañas: si eres una persona normal no terminas en un grupo así. Mick Harris siempre fue un innovador, tenía una energía increíble, la fuerza que llevaba a todo lo que hacía era casi demasiado para la gente.

Diferencias sobre un nuevo disco

No todos los grupos de metal que comenzaron en los años ochenta tienen la misma demanda por material nuevo que Carcass, aunque el grupo no se encuentre trabajando en el estudio desde hace un tiempo: El tema de un disco nuevo y planes para grabaciones es la pregunta que más nos hacen, al menos desde hace dos años. Para trabajar en material nuevo hay que tener a todo el grupo de acuerdo y ahora no es el caso. Algunos sentimos que es hora de empezar a trabajar en música nueva, volver al estudio y grabar, pero uno o dos integrantes no creen lo mismo.