El caso de los 10 colombianos que fueron detenidos este fin de semana por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) al arribar al aeropuerto de Cancún, incomunicados y deportados sin ninguna explicación pese a contar con la documentación requerida, no es el único.

Durante los últimos cuatro años, decenas de organizaciones han denunciado hechos similares, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha emitido en ese lapso al menos 12 recomendaciones por irregularidades de agentes migratorios que impidieron el acceso a extranjeros, todos correspondientes a casos en ese aeropuerto y en el de la Ciudad de México.

Luego de ser obligada a regresar a su país, Cindy Córdoba Vargas, académica colombiana y co-líder del proyecto colombiano-alemán de agroecología, relató que después de estar cerca de siete horas detenida, la mayor parte del tiempo en un calabozo en condiciones insalubres, fueron tratados por los agentes del INM como delincuentes y escoltados hasta abordar el avión que los llevó de regreso a Sudamérica.

En entrevista con La Jornada, Córdoba expuso que en el tiempo que los mantuvieron detenidos observó al menos unas 15 personas en una de las áreas, y otras 50 más en otra zona, casi todos colombianos.

Varios de ellos llevaban entre dos y cinco días en ese sitio. La académica se dijo especialmente preocupada por dos de sus connacionales, de nombre Kevin Palacio y Karen Mora, por ser de los más jóvenes que se encontraban en la zona de detención migratoria, y con quienes ya no pudo comunicarse debido a que les prohíben portar celulares.

Córdoba arribó el sábado al ser parte de un proyecto impulsado por el Ministerio de Agricultura de Alemania y su similar de Colombia, en colaboración con Agrosavia, un instituto de investigación colombiano.

Junto con ella, iban cinco campesinos, y el resto eran científicos de Agrosavia y miembros del Ministerio de Agricultura colombiano, a quienes tampoco permitieron el ingreso. No obstante, un profesor Alemán integrante del equipo, y quien llegó procedente de Europa, no tuvo problema para entrar al país. Planeaban permanecer una semana en fincas de Yucatán, donde compartirían sus experiencias.

Apenas a inicios del presente mes, una pareja de colombianos que buscaban pasar sus vacaciones en Cancún, también acusaron que fueron deportados tras ser tratados como delincuentes. Hasta anoche, el INM no había emitido ningún comentario.