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¿Es relevante un arancel de 25 por ciento a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos?
E

l próximo presidente de Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2025, ha sido contundente en múltiples ocasiones en amenazar a México e imponer aranceles a las importaciones estadunidenses provenientes de México. En su última versión los aranceles serían de 25 por ciento para todos las mercancías mexicanas. ¿Qué tan relevantes son?

En recientes contribuciones hemos destacado la nueva relación triangular entre Estados Unidos, China y México, señalando que 21.4 por ciento de las exportaciones mexicanas a EU fueron en 2020 valor agregado chino y que alrededor de 70 por ciento de las exportaciones mexicanas las realizan empresas extranjeras y particularmente estadunidenses. De igual forma, los flujos del comercio exterior de México han cambiado drásticamente en el transcurso del siglo XXI: Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de México (con 62.58 por ciento del comercio exterior en 2023, muy por debajo del 81.03 por ciento en 1999) y particularmente a causa de la disminución de EU en las importaciones mexicanas, de apenas 42.68 por ciento en 2023 (y de 75.59 por ciento en 1996). China, como hemos destacado en esta columna, es un factor crucial para comprender estos cambios, aunque EU sigue siendo por mucho el principal destino de las exportaciones mexicanas (con 82.66 por ciento en 2023).

¿Qué tan relevante pudiera ser la imposición de un arancel generalizado de 25 por ciento, considerando que serían las empresas estadunidenses establecidas en México las principales afectadas? Varios aspectos son de relevancia, haciendo uso de la información proporcionada por el Centro de Estudios China-México de la Facultad de Economía de la UNAM y diversos análisis recientes del Boletín FAL de la Cepal.

Primero. Estados Unidos fue el principal promotor de tratados de libre comercio desde mediados del siglo XX –bilaterales y multilaterales a través de la Organización Mundial del Comercio– en aras de reducir las tasas arancelarias del comercio internacional. Como resultado, el arancel del total de las importaciones estadunidenses efectivamente cobrado fue el menor en su historia en 2008, con 1.23 por ciento y, desde entonces, inició un aumento hasta el 2.35 por ciento en 2023. El inicio de la guerra comercial entre EU y China en 2018 precipitó este aumento y afectó a todos los principales socios comerciales de EU.

Segundo. Las diferencias por países en los aranceles efectivamente cobrados por EU son drásticas. En 2023 China pagó un 10.40 por ciento y los dos países miembros del T-MEC fueron los principales beneficiarios, con un arancel promedio de apenas 0.18 por ciento, México de 0.26 por ciento y Canadá de 0.09 por ciento. Es decir, China pagó un arancel 41 veces superior en promedio a México.

Tercero. El arancel pagado por las importaciones de EU provenientes de México fue en 2009 un mínimo de 0.09 por ciento y aumentó lentamente desde entonces para alcanzar un 0.26 por ciento en 2023. Pocos sectores pagan en promedio un arancel superior a uno por ciento (por ejemplo, el tabaco, con 10 por ciento), mientras los principales importadores de Estados Unidos desde México gravan aranceles sorprendentemente bajos: automotor (con apenas 0.37 por ciento), autopartes (0.19 por ciento) y electrónica (0.27 por ciento). En cada uno de estos rubros el arancel de las importaciones totales de EU es por lo menos cinco veces superior al de México y más aún para las importaciones provenientes de China.

Estas tendencias son relevantes desde varias perspectivas. La imposición de un arancel generalizado de 25 por ciento implicaría un incremento del arancel de 68 veces para el sector automotor, 77 veces para la cadena automotriz y de 132 veces para la electrónica. Estos considerables aumentos con certeza tendrían implicaciones en las utilidades de las empresas exportadoras estadunidenses establecidas en México que, en la mayoría de los casos, operan con márgenes reducidos; ante la competencia con empresas chinas los retos de inversión en estos rubros son enormes.

De igual forma, y al menos a corto plazo, las propias empresas estadunidenses traspasarían sus nuevos costos a los consumidores de EU ante la imposibilidad de cambiar la proveeduría fuera de México. Bien pudiera plantearse que si Trump impone aranceles del 60 por ciento a China y de 25 por ciento a Canadá y México, éstos últimos aumentarían sus ventajas con respecto a China. Sin embargo, y por el momento, sorprendentemente Trump no ha mencionado al resto del mundo y fuera de estos tres países. Es decir, en el peor de los escenarios sólo Canadá, China y México se verían afectados por los nuevos aranceles de la administración Trump.

¿Será?

* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM

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