No ha aumentado en términos reales desde hace 13 años
Sábado 30 de noviembre de 2024, p. 10
México está rezagado en su política fiscal respecto a productos de tabaco, pues el impuesto especial aplicado a éstos no ha aumentado en términos reales desde hace 13 años, y aún no alcanza el 75 por ciento, que como mínimo recomienda la Organización Mundial de Salud (OMS), sostuvo Carlos Guerrero, economista de la salud de Economics for Health de Johns Hopkins University.
En un conversatorio organizado por la agrupación Salud Justa Mx, en el contexto de la campaña Es hora de hablar de impuestos al tabaco, el experto abordó la incidencia que tiene el incremento de los impuestos al tabaco en la reducción del consumo de estos productos y en inhibir el inicio entre los jóvenes. Asimismo, trae beneficios directos a las finanzas públicas.
En 2024 el impuesto específico es de 61.66 centavos por cada cigarro. Este monto se aumentó de manera importante en 2011, subió de cuatro centavos a 35 centavos por cada cigarro, y se actualizó hasta 2019, para empezar a ser válido en 2020.
Explicó que no obstante lo anterior, en términos reales, es decir, eliminando el efecto de la inflación ,en realidad este impuesto fue perdiendo su cuantía a lo largo del tiempo, erosionado por el efecto de la inflación
.
Acotó que, pese a la última actualización, en términos reales sigue siendo el mismo impuesto que en 2011
. Además, con esta estructura de impuestos nunca se ha alcanzado en México el mínimo recomendado por la OMS de 75 por ciento. En 2011 llegó a ser un poco menos de 70 por ciento, pero conforme fue avanzando el tiempo esta proporción fue decayendo y actualmente volvemos a no alcanzar el 70 por ciento
.
En el encuentro, Guerrero precisó que en el país anualmente fallecen 63 mil usuarios, el tabaco mata a la mitad de sus consumidores
. El consumo de tabaco, añadió, causa costos económicos por más de 273 mil millones de pesos. De ese total, 194 mil millones son costos directos y 79 mil millones, indirectos.
Además de los impactos a la salud, el consumo de tabaco en los hogares desplaza el gasto que de otra manera se podría dedicar a otros bienes y servicios esenciales como salud y educación.
“En los hogares de ingreso bajo, el consumo de tabaco provoca una reducción de casi 6 por ciento del gasto en educación y 3.7 por ciento en salud. Como consecuencia de ese desplazamiento del gasto, un cierto número de personas cae por debajo de la línea de pobreza. En el estudio de la doctora Alejandra Macías (2021) se estimó que casi un millón de personas caen en la pobreza por consumo de tabaco.