Jueves 28 de noviembre de 2024, p. 14
El crecimiento de la próstata es normal en adultos mayores de 40 años, y sobre todo a partir de los 60, pero uno de cada siete desarrollará un tumor maligno, el cual se puede prevenir, o al menos detectar, en etapas tempranas, cuando es posible lograr una curación total y los efectos secundarios son menores, afirmó Maritza Ramos, médica oncóloga del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México, más de la mitad de los casos de cáncer de próstata se detectan cuando ya ha invadido otros órganos (metástasis) y un desafío mayor es que han empezado a llegar a los hospitales hombres de 38 años con la enfermedad, generalmente por factores genéticos.
La especialista participó ayer en una conferencia sobre el tema, organizada por el laboratorio farmacéutico Bayer, y subrayó la importancia de que la población conozca los datos sobre la enfermedad y los hombres erradiquen mitos y miedos en torno al padecimiento y, principalmente, a las pruebas de detección, porque el tumor maligno de la próstata es la principal causa de enfermedad y muerte por cáncer en la población masculina en el país.
La ventaja que tienen los hombres es que hay disponibles pruebas útiles para prevenir el desarrollo de la neoplasia, las cuales se deben realizar una vez al año a partir de los 40 años. Consisten en un estudio de laboratorio de antígeno prostático y un tacto rectal que debe efectuar un médico urólogo.
Con eso es suficiente para identificar cualquier anomalía de la próstata y mantenerse sin esta enfermedad, que resulta catastrófica en todos los ámbitos de la vida del individuo y su familia.
Hombres no acostumbran cuidar su salud
Alma Ortiz, subdirectora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), comentó que la causa de que la neoplasia se detecte en etapas avanzadas es que los hombres no están acostumbrados a cuidar su salud, porque ellos tienen que ser fuertes, tienen responsabilidades que cumplir
y ni siquiera piensan en la posibilidad de enfermar.
Señaló que la mayoría de pacientes que solicitan ayuda en la AMLCC llegan acompañados de una mujer (esposa, hija, hermana) que los convenció de que deberían realizarse el tamizaje y generalmente acuden porque ya presentan síntomas del cáncer.
Maritza Ramos indicó que algunos de los malestares son: dificultad para iniciar la micción, tener un chorro débil, presencia de dolor o sangre en la orina.
En ocasiones estos síntomas no aparecen, sino que los afectados buscan ayuda médica cuando tienen dolor de huesos en la espalda, lo cual ya es la manifestación de la metástasis.
Por eso, insistió Ortiz, la prevención es la única medida real para preservar la calidad de vida de las personas y evitar situaciones como la que refirió un paciente en la AMLCC, cuando se le preguntó qué cambiaría en su vida, si eso fuera posible. Su respuesta: haberle hecho caso a mi esposa hace 11 años, cuando me dijo que me hiciera la prueba de detección del cáncer de próstata
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