En México, la deuda pública por persona será de 138 mil pesos en 2024, un crecimiento real de 10.4 por ciento respecto a 2023, según estimaciones del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Para 2025, esa dinámica se moderará hasta mostrar sólo un repunte de 0.8 por ciento y ubicarse en 139 mil pesos por habitante, expuso. Y seguiría incrementándose hasta alcanzar 149 mil pesos en 2030.

Se proyecta que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP, que incluye todos los pasivos a cargo del Estado) sea de 18.2 billones de pesos al cierre de 2024 y aumente a 21 billones hacia 2030.

Con ello, el indicador de la deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB) se mantendrá en torno a 51.4 por ciento durante lo que resta de la década, un nivel que supera la proyección de 50.2 por ciento prevista en los Precriterios generales de política económica 2025 así como el estimado hacia 2030 de 48.9 por ciento.

El aumento en las tasas de interés y el déficit primario incrementaron la deuda en 4.6 por ciento del PIB entre 2023 y 2024, al subir de 46.8 al 51.4 por ciento del PIB.

Se proyecta una estabilidad del indicador de la deuda durante el resto de la década. Sin embargo, los supuestos no aseguran la sostenibilidad fiscal y la equidad intergeneracional en las proyecciones de deuda, advirtió el CIEP.

Especialmente, agregó, considerando escenarios relacionados con las crecientes presiones del gasto público debido al envejecimiento poblacional y los compromisos financieros previamente adquiridos.

El CIEP indicó que el incremento en el indicador de deuda pública se explica principalmente por el aumento en las tasas de interés y por consecuencia en el costo financiero. El déficit primario del año 2024 contribuyó a que el nivel aumentara en 4.4 puntos porcentuales del PIB entre 2023 y 2024.

Para 2025, se estima que el costo financiero de la deuda aumentará 7.9 por ciento en términos reales respecto a 2024 y que alcanzará 3.8 por ciento del PIB, aunque los Criterios Generales de Política Económica proyectan una reducción en las tasas de interés promedio de 8.2 por ciento a 5.4 por ciento hacia 2030.