El gobierno autonómico no garantizó condiciones para recuperar los planteles tras la DANA: padres
Domingo 24 de noviembre de 2024, p. 18
Madrid. Alrededor de 5 mil personas vinculadas a la enseñanza pública, ya sea como padres de alumnos o docentes, se manifestaron ayer en Valencia para exigir la dimisión del presidente de la comunidad autónoma, el derechista Carlos Mazón, y de su consejero de Educación, José Antonio Rovira, a quienes responsabilizan de la lentitud en la recuperación de la normalidad en las escuelas afectadas por las lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre.
Según la delegación del gobierno en Valencia, que tiene las competencias policiales en la región, la manifestación reunió a 5 mil personas, que gritaron consignas como Rovira y Mazón, dimisión
, El presidente, a prisión
, Escuelas sin fango
, Escuela enfangada, consejería escondida
o El presidente, a Picassent
, que es la localidad valenciana donde se encuentra el centro penitenciario más conocido de la región.
La marcha fue convocada por la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública y la respaldaron varios sindicatos y partidos políticos, como Comisiones Obreras, Unión General del Trabajo, el Partido Socialista de Valencia y Compromís.
Desastre
José Manuel Casermeiro, vocero de Fampa, plataforma de padres de alumnos en Valencia, calificó de desastre
la gestión de la crisis que realizó el gobierno autonómico, del derechista Partido Popular (PP), el cual decidió dar la orden de apertura de los centros educativos afectados por la DANA mientras no ha puesto los medios de limpieza ni tampoco de desinfección para dejar en condiciones las instalaciones
.
Además, denunció que fueron las propias familias y los profesores, además de los voluntarios, quienes se han encargado de la limpieza de los centros.
La tragedia ocasionada por la DANA en Valencia provocó 221 muertos, 13 desaparecidos y decenas de miles de damnificados, además de cuantiosos daños materiales en pueblos, carreteras e infraestructuras.
Las lluvias torrenciales causadas por la gota fría
devastaron casi por completo pueblos como Paiporta, Bennetusser, Chiva o Catarroja, donde destrozaron la totalidad del tejido comercial y socavaron las instalaciones de los centros escolares.
La primera medida para recuperar la actividad de los estudiantes fue reubicarlos en otros centros educativos, la mayoría de la ciudad de Valencia, para al menos tratar que no perdieran más clases. Se calcula que los alumnos afectados ascienden a 32 mil.
Casi un mes después del torrente y las riadas, tanto las asociaciones de padres de familia como los representantes de los profesores y el personal docente de las escuelas exigieron soluciones inmediatas para sus centros escolares, ya sea agilizando las labores de limpieza o levantando nuevas instalaciones prefabricadas para recuperar lo más pronto posible su ritmo cotidiano de clases.