Julián Quiñones regresó de la Fecha FIFA con ánimos renovados. Tras celebrar el pase de México a la Final Four de la Liga de Naciones de Concacaf, el seleccionado tricolor marcó su quinto gol en el triunfo del Al Qadisiya 2-1 sobre el Al-Nassr, equipo donde milita el portugués Cristiano Ronaldo en la Liga de Arabia Saudita.

Como en la época en que fue romperredes en Atlas y el club América, Quiñones asumió el protagonismo en el ataque de los llamados Caballeros del Este. Poco después de que Cristiano adelantó a los locales en un tiro de esquina (32), el delantero nacido en el municipio colombiano de Magüí Payán emparejó los cartones al recibir un pase dentro del área y vencer al arquero Bento con un remate pegado al poste (37).

El nivel de Quiñones tomó aún más relevancia en la segunda parte, cuando asistió a Pierre Emerick Aubameyang (50) para darle vuelta a un partido que se tornó complejo desde la primera media hora. Si Cristiano era el hombre a seguir en el estadio Al-Awwal Park, el mexicano quiso llevarse el banquete. Con este triunfo, el Al Qadisiya se afianzó en el quinto lugar de la competencia con 22, a seis del líder Al Hilal.

La cuenta pendiente del futbolista de 27 años es su paso como seleccionado nacional. Desde que recibió en octubre de 2023 su carta de naturalización, Quiñones ha disputado 10 encuentros con el Tricolor entre amistosos y jornadas de la Liga de Naciones de Concacaf. En ese tiempo sólo pudo marcar un gol (contra Panamá, en marzo pasado) y dejó de ser uno de los titulares en la delantera.

Dosis de confianza

Fue tal la confianza que perdió, que el técnico mexicano Javier Aguirre se acercó a él en la pasada Fecha FIFA y le pidió manejar la presión de su entorno de otra manera. Le pedí que se quita-ra esa presión por haber nacido en otro país y jugar para México, expli-có El Vasco antes de la victoria por 4-0 sobre Honduras, el martes pasado en Toluca. “Es un chico que se autopresiona, se exige demasiado. ‘Relájate’, le dije; ‘estás en la selección nacional, no tengo nada que reprocharte’”.

Quiñones lució ayer otra cara. Marcó gol, asistió e, incluso, definió de chilena un ataque de su equipo, quedándose apenas a unos centímetros de meter la pelota en el arco rival. Sus compañeros lo aplaudieron. Fue como ver el renacer de un goleador en un escenario colmado de cámaras y luces por la presencia de Cristiano Ronaldo, quien poco pudo hacer para evitar la derrota.

El Al-Nassr, club con un capital millonario en la Liga árabe, cerró la jornada 11 del torneo en el tercer lugar con 22 puntos y lejos de las altas expectativas creadas desde la llegada de CR7. Fue una gran victoria, escribió Quiñones en sus redes sociales, luego de varias semanas sin poder reavivar el grito de gol.