Río de Janeiro. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió ayer a la Conferencia para el Cambio Climático (COP29) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, a llegar a acuerdos para financiar la lucha contra la crisis climática y no dejar esa tarea para 2025, mensaje apoyado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Asimismo, Lula transfirió la presidencia rotativa del grupo de las 20 mayores economías del mundo (G-20) a su homólogo de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, quien será anfitrión del encuentro el próximo año.

En la Cumbre del G-20, Lula se reunió con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, con quien habló sobre la relación bilateral estratégica, basada en el firme apoyo a la democracia, reportó la diplomacia estadunidense en un comunicado.

No podemos dejar para (la COP30 de) Belém la tarea de Bakú, declaró Lula.

Guterres secundó estas palabras al reiterar que fracasar en la capital de Azerbaiyán no es opción, debido a la magnitud de los desafíos que afronta el planeta.

Les pido que den instrucciones a sus ministros y negociadores para que se aseguren de acordar este año un nuevo y ambicioso objetivo de financiación de la lucha contra el cambio climático, afirmó.

Un estudio del Global Carbon Project estima que el mundo debe aspirar a lograr cero emisiones netas de carbono para finales de la década de 2030 si se quiere contener el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, en comparación con finales del siglo XIX.

La historia nos está observando, alertó Biden. Insto a mantener la fe y seguir adelante.

El gobernante demócrata entregará el poder en enero al republicano Donald Trump, un escéptico del cambio climático cuyo regreso a la Casa Blanca hace temer a la comunidad internacional retrocesos en este ámbito.

En la lucha por la supervivencia no hay espacio para el negacionismo ni la desinformación, sostuvo Lula, sin mencionar a Trump.

Biden y Lula subrayaron su compromiso con las instituciones democráticas y el cumplimiento de las leyes. Acordaron continuar las consultas sobre la situación en Venezuela y pidieron que se respete la voluntad democrática del pueblo venezolano y que se ponga fin a la represión política. También destacaron el papel de Kenya en la situación de seguridad en Haití.

Por su parte, el mandatario sudafricano subrayó que en 2025 su país incluirá en la agenda del G-20 las prioridades de desarrollo del continente africano y del Sur Global.

Sudáfrica promoverá el crecimiento económico inclusivo, la industrialización, el empleo y la desigualdad, la seguridad alimentaria, la inteligencia artificial y la innovación para el desarrollo sostenible.

Ramaphosa resaltó el liderazgo inspirador del gobernante Lula al convocar en Río la primera Cumbre Social del G-20 y remarcó que su país, precisamente a través de acciones de la sociedad civil pudo poner fin al apartheid (sistema de segregación racial) y lograr la democracia.

Continuaremos con esta innovadora plataforma de participación durante nuestra presidencia, sostuvo el sudafricano.