Elaboran pronóstico comercial
Es alta la dependencia de insumos fabricados en el gigante asiático // De los costos extras, 92% los paga el consumidor estadunidense
Martes 19 de noviembre de 2024, p. 19
Pekín. Estados Unidos será el principal afectado si se aplican aranceles de 60 por ciento a las importaciones de China, como ha declarado el presidente electo de ese país, Donald Trump, advirtieron integrantes de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés). La afectación no sólo se queda en los efectos para la industria local y las cadenas de suministro a nivel global, también tendría un impacto directo en los trabajadores de ese país, detallaron los investigadores.
(Donald) Trump, al hablar de imponer aranceles de 60 por ciento no está pensando en las consecuencias
, apuntó Ding Yifan, científico especialista del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Mundial. Si quiere persistir en su 60 por ciento de aranceles, la principal víctima será Estados Unidos
, debido a su dependencia a productos terminados y semiterminados provenientes de China, explicó el analista en conferencia de prensa.
Como primer ejemplo está la industria de misiles de Estados Unidos, sólo una empresa del ramo informó que importa insumos de 2 mil empresas chinas
, acotó Ding. Esto sin contar el desempleo que se generaría en sectores altamente vinculados con el comercio exterior, así como el golpe a las cadenas industriales globales.
Por el contrario, para China la amenaza de Trump sobre imponer aranceles de hasta 60 por ciento a las importaciones que provienen del país asiático, nos impacta negativamente, pero de manera leve
, consideró Ding.
Hay una demanda fija de productos chinos en Estados Unidos que no se puede obstaculizar con aranceles altos
, enfatizó el integrante de la NDRC, el departamento de nivel ministerial que se encarga de estudiar, formular, equilibrar y guiar las políticas para el desarrollo económico y social de China.
El experto explicó que, de hecho, la primera ronda de aranceles impuesta por las últimas dos administraciones de Estados Unidos no resultó efectiva para eliminar el déficit comercial con China y terminó por afectar sobre todo a los consumidores estadunidenses.
El déficit comercial de Estados Unidos con China cerró en 418 mil 232.9 millones de dólares en 2018, mientras el año pasado –luego de la escalada de aranceles– fue de 279 mil 107.2 millones de dólares. De acuerdo con un estudio citado por Ding, 92 por ciento del costo de las tarifas fue pagado por los consumidores estadunidenses, en tanto que el 8 por ciento restante corrió a cargo de los exportadores chinos.
Dong Shaopeng, miembro del Comité Asesor de la Asociación de Valores, consideró: existe alta posibilidad de una guerra comercial con Estados Unidos
, y de que China gane ese enfrentamiento, debido a que la potencia estadunidense tiene que garantizar calidad y precio para sustituir los productos que adquiere a su par asiática. De lo contrario, no pueden sustituirlos
, aseguró.
No obstante, desde el lado chino, primero se tiene la voluntad de negociar, como ha estado haciendo con la Unión Europea en el tema de vehículos de energía verde.
En conferencia de prensa, los investigadores expusieron el paquete fiscal presentado el 8 de noviembre por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, en el que se prevé destinar 10 billones de yuanes en apoyos de deuda para los gobiernos locales.
Detallaron que el objetivo es mejorar la confianza en los mercados, aliviar la deuda local e impulsar el consumo y la inversión.
Esto a la luz de la reducción de tasas de interés de la Reserva Federal (estadunidense) y el aumento de la presión a la baja sobre la economía china.
Wu Sa, subdirector del Instituto de Economía de la Academia China de Investigación Macroeconómica, explicó que las medidas tienen el propósito de estabilizar el mercado inmobiliario, recuperar la confianza tanto de consumidores como de inversionistas, mediante una política contracíclica que incluye pautas fiscales para la redistribución de los ingresos.
Entre las medidas consideran políticas monetaria y fiscal más activas a fin de impulsar la economía; el fomento al consumo a través de aumentar los ingresos de personas de bajas percepciones económicas, así como brindar medios a las empresas, como apoyos fiscales.
También prevé la estabilización del sector inmobiliario y revitalizar el mercado de capitales, que contribuyan a generar un efecto de riqueza que refuerce la confianza en el consumo.
Dong aseguró que en los datos económicos que se reportan en estos días se observan efectos de las medidas de impulso contracíclico, pero en diciembre serán más notorios
, sostuvo.