El mexicano Efraín Juárez, quien fue seleccionado y jugador de Pumas, está envuelto en una polémica en el futbol colombiano, donde dirige al Atlético Nacional. El técnico fue señalado de poner en riesgo la seguridad y de estar a punto de generar un disturbio en el estadio Atanasio Girardot, donde se jugó la semifinal de la Copa Colombiana.

El Atlético eliminó 2-1 a su rival de ciudad, el Deportivo Independiente Medellín, pero cuando finalizó el partido, Juárez celebró de manera exagerada ante la afición rival. Esto detonó la ira de los seguidores del DIM, algunos de ellos invadieron el campo y hubo golpes, objetos que otros lanzaban desde las gradas, pero la bronca no creció ni se volvió incontrolable.

La conferencia de prensa posterior al partido fue interrumpida cuando la policía se llevó al técnico mexicano para que ofreciera su versión de los hechos. En el trayecto, algunos aficionados del Medellín lo increparon y lo llamaron irresponsable, pues dijeron que, dada la rivalidad entre estos clubes, aquello pudo derivar en un disturbio de serias consecuencias.

Juárez se excusó después y aseguró que no quiso provocar a la afición rival. Dijo que todo fue resultado de la adrenalina a tope que se vivió en esos momentos en los que se jugaban el pase a la final de la Copa.

Los que estamos abajo, junto con todo el cuerpo técnico, estamos con unas palpitaciones tremendas; si me tomaban la presión, me explotaba seguramente, dijo Juárez.

El entrenador mexicano aseguró que su intención no fue burlarse ni provocar a los rivales y les ofreció disculpas a quienes se sintieron ofendidos con su celebración tan encendida.

Entendiendo eso, nunca fue mi intención, realmente sí pido una disculpa si ellos lo sintieron así, estaba hablando con la gente de mi palco, con el presidente, el director deportivo, con quienes habíamos comentado lo importante que era este partido; si los hinchas del Medellín se molestaron, pues no era para ellos, les pido una disculpa, agregó después de que aquel incidente fuera señalado como un acto de irresponsabilidad.

Pese al riesgo que existe en ese tipo de partidos con aficiones muy aguerridas, algunos asistentes le reclamaron falta de sensatez para conducirse en ese entorno. El técnico mexicano insistió que esa celebración jamás estuvo dedicada a los adversarios, pero de cualquier modo se disculpaba ante quien se hubiera sentido aludido.

Si se los hubiera hecho lo reconocería, soy un hombre de palabra, de principios y valores, expresó Juárez; realmente no fue a ellos (aficionados rivales), fue a mi palco, nunca hice gesto hacia las oficinas.

De acuerdo con los reportes locales, Juárez comparecerá hoy ante las autoridades en Medellín; ahí se le informará sobre su situación y podrá exponer sus argumentos.