Del nominado al Oscar, el galardonado director y guionista Carlos Carrera, se estrenó este fin de semana Pasitos a la fama, que sigue a cinco niños mexicanos (junto con sus familias) que persiguen el estrellato en sus respectivas localidades que, con suerte, los llevará a las brillantes luces de la Ciudad de México, donde nacen las estrellas. Carrera expone la cruda realidad de la búsqueda de la fama y la fortuna a través de la perspectiva infantil, mientras somos testigos de los sacrificios, altibajos y callejones sin salida de su difícil viaje.

En entrevista con La Jornada, Carrera reveló el proceso de seguir a estos niños durante varios años: A lo largo de mis películas he trabajado con muchos niños, algunos los formé como a Luis Fernando Peña. Un día me puse a platicar con el productor Gerardo Morán sobre el tema de cómo los padres empujan a sus hijos para que entren al mundo de la actuación, incluso algunos se convierten en el sustento de la familia. Entonces se nos ocurrió la idea de hacer una cinta sobre el tema, nos encontramos a niñas y niños luchones que tenían claro obtener fama y dedicarse a la actuación, a través de su trabajo.

El director mencionó además que para seleccionar a los cinco infantes “hicimos un casting para detectarlos, después les explicamos a ellos y a sus padres en qué consistía el proyecto. Una vez que aceptaron, comenzamos a seguirlos durante varios años cuando ellos nos avisaban cuando consideraban que su llamado era importante o tenían alguna participación que mereciera ser filmada para el documental”.

Una de las cosas que Carlos Carrera detecto en los jóvenes actores: Fue que entre su candor e inocencia tienen una influencia muy fuerte de la televisión comercial marcando la medida del éxito. Se tiene la idea de que salir en la televisión significa el éxito, que ya la hiciste. Aunque hay un caso, en uno de los chicos, que tiene muy claro lo que quiere y no le interesa salir en la pantalla chica.

Carrera comentó que lo más disfrutable de hacer Pasitos a la fama fue ver cómo disfrutan el hecho de estar trabajando orgánicamente, ver que cuentan con una vocación verdadera. La necesidad de expresarse, de pisar un escenario, estar frente a las cámaras, eso es más satisfactorio, que conseguir fama y éxito, una cosa que está muy presente pero no piensan mucho en ella.

El director de El héroe precisó: Una de las cosas que influyó en la elección de los participantes fue que provienen de varios estratos sociales y diferentes regiones, con la finalidad de que hayan tenido diferentes accesos en su formación y contactos. Todos ellos han logrado, con ayuda o sin ella, vencer distintos obstáculos para seguir en su formación como actores.

Carlos Carrera no desestimó la pulsión que hay entre los niños por la recompensa rápida y la importancia de conseguir likes: “Hay algunos que ya son medio influencers y tienen mucha preocupación por tener interacción en las redes sociales, estas exigencias de las redes los mantienen muy ocupados, cuando antes con tener trabajo ya te dabas por bien servido”.