Campeche, Camp., Al menos 285 mil hectáreas han sido deforestadas en los últimos cuatro años en la Península de Yucatán por la agricultura industrial, que ha dejado severas afectaciones ambientales y pone en riesgo la sobrevivencia de las abejas, advirtieron integrantes del colectivo maya de los Chenes.

Tras entregar en Palacio de Gobierno una solicitud para la declaratoria de emergencia ambiental (que realizaron de manera simultánea en Campeche, Yucatán y Quintana Roo), representantes de 30 organizaciones no gubernamentales reiteraron su llamado urgente para que los estados adopten medidas de protección a nuestros recursos naturales.

Encabezados por la ambientalista maya Itzel Tec Pech, dieron a conocer que se han realizado estudios científicos y se ha demostrado que hay una disminución masiva de la población de abejas como consecuencia de la deforestación, la agroindustria, las fumigaciones aéreas, el uso de plaguicidas y agrotóxicos, así como la siembra de semillas genéticamente modificadas.

Citaron que de 2019 a 2023 se deforestaron 285 mil 780 hectáreas en la Península de Yucatán. Los números precisan que se registra una afectación anual de 71 mil 365 hectáreas y que a diario 195 son devastadas en esta zona. El municipio de Hopelchén, en Campeche, es de los sitios con mayor daño ambiental.

Denunciaron que existen diferentes problemas sociales y disputas territoriales por la afectación ecológica y muerte masiva de especies, contaminación de los cultivos por las colonias menonitas, pérdida de la identidad, violación a los derechos indígenas, contra el territorio, la autonomía, la ley de determinación y a los derechos humanos básicos como la salud y el medio ambiente.

En la solicitud de declaración de emergencia ambiental, los activistas aseguran que se ha detectado severa afectación a las semillas nativas por dar prioridad al uso de productos genéticamente modificados, la expansión de las granjas porcícolas contamina el manto freático, la autorización de permisos para extracción de piedra y materiales en 30 mil hectáreas de los estados de Campeche y Yucatán, así como las obras del Tren Maya que siguen dañando al medio ambiente sin que las autoridades intervengan.

Recordaron que una solicitud similar entregaron hace dos semanas en la Presidencia de la República y reiteraron su petición a la mandataria Claudia Sheinbaum para que atienda esta demanda urgente de la Península de Yucatán, cuya estabilidad ambiental, advirtieron, está al borde del colapso.