Al cierre de septiembre, el conjunto de bancos privados que operan en el país obtuvo ingresos por el cobro de intereses por un billón 299 mil 54 millones de pesos, monto 6.8 por ciento superior en términos reales respecto a lo reportado en el mismo mes del año previo, que fue un billón 162 mil 883 millones de pesos, muestran cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Se trata de un monto sin precedente para un mes igual desde que hay registros en el organismo regulador; sin embargo, el crecimiento es menor respecto al reportado en el noveno mes de 2023, cuando fue de 40.2 por ciento.

La desaceleración en el crecimiento de los ingresos por intereses de los bancos privados, explicaron analistas, se debe principalmente a la disminución en las tasas de interés por parte del Banco de México (BdeM), pero eso no significa que haya terminado la temporada de vacas gordas para éstas instituciones, pues aún tienen formas para obtener más recursos.

De acuerdo con la información disponible, al cierre del tercer trimestre, 60 por ciento de los ingresos por intereses, es decir, 774 mil 55 millones de pesos fueron obtenidos por medio de los réditos que son cobrados por los financiamientos, mismos que tuvieron un incremento de 6.5 por ciento con respecto a septiembre de 2023.

Las estadísticas de la CNBV indican que al concluir el noveno mes del año pasado, la tasa de crecimiento de estos ingresos era de 33.2 por ciento.

De ese monto, 384 mil 392 millones de pesos fueron obtenidos por medio de los créditos comerciales, lo que implicó un aumento de 5 por ciento, mientras en los provenientes de los financiamientos de consumo, los ingresos por intereses fueron de 291 mil 602 millones, e incrementaron 8.9 por ciento.

De los ingresos por intereses de cartera, 98 mil 61 millones de pesos corresponden a los préstamos hipotecarios, mismos que tuvieron un alza de 5.7 por ciento, todo en términos reales.

Las cifras de la CNBV indican que estos últimos tres rubros, en 2023, crecieron a una tasa de 47, 26 y 7 por ciento, respectivamente.

A lo largo de este año, el banco central ha disminuido en tres ocasiones la tasa de interés, la cual se ubica en 10.5 por ciento actualmente, pero hace un año, cuando tocó su máximo histórico, se situaba en 11.25 por ciento.

La desaceleración de los ingresos no es 100 por ciento atribuible a la política monetaria, pero en gran parte sí. Lo que hemos observado es un ajuste a la baja en las tasas de interés y eso reduce el margen financiero, pero todavía es lo suficiente alta (la tasa) para que se mantenga el crecimiento, dijo en entrevista James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco.

“El crecimiento es más moderado (frente al año pasado), pero también influye que cada vez hay más competencia, hay neobancos y fintechs que entran al sector financiero… No es como tal una temporada de vacas gordas, pero sigue habiendo oportunidad de crecimiento para la banca, los altos niveles de la tasa dan oportunidad para que estos crecimientos continúen, está el tema de agregar más personas al sector financiero, entonces hay forma de que la banca diversifique sus ingresos”, agregó el especialista.