Acapulco, Gro., Más de un mes después del paso del huracán John, habitantes de la calle Niño Artillero, colonia La Libertad, permanecen en un albergue adaptado en la primaria Artículo 123 desde el 27 de septiembre, pues sus viviendas quedaron inhabitables. Sin embargo, directivos del plantel ya les pidieron desalojar el inmueble, con el argumento de que los espacios deben ser utilizados para las clases.

Las torrenciales lluvias del 23 al 27 de septiembre anteripres provocaron el deslave de un cerro y el desbordamiento de un arroyo, así como daños irreversibles en más de 20 casas, la desaparición de dos viviendas y la muerte de dos adultos mayores.

Además, sobre lo que fue la calle Niño Artillero hay toneladas de tierra, rocas de todos tamaños, postes, láminas, una estufa, ropa y troncos. En días pasados autoridades municipales visitaron el sitio y anunciaron que las familias serán reubicadas, pero no especificaron cuándo.

La parte alta de la colonia Niño Artillero y sus casas están en ruinas, algunas puertas continúan bajo tierra, apenas se escuchan voces de algunos vecinos que regresan por las mañanas a rescatar lo que queda de sus pertenencias.

¡Pásele, acá hasta arriba está lo mero feo!, grita doña Edith Leyva desde lo que fue un andador para ingresar a su vivienda. Para llegar a ella hay que escalar a través de piedras y arena cuesta arriba, pues el arroyo se llevó todo cuando el cerro se desgajó por la lluvia.

La joven Esmeralda Jazmín Lázaro Díaz recordó que el viernes a las 3 de la madrugada empezaron a rodar las piedras, el mero golpe fue a las 5, cuando nos quedamos sin luz; no sabíamos cómo había ocurrido el desastre, nos juntamos todos los vecinos y nos fuimos a la primaria.

Otro afectado, Jaime Ramírez Lorenzo, relató que el agua jalaba las piedras como hojas, fue algo muy feo, bajaba agua de forma descomunal, con el huracán Pauline sí se puso feo, pero no como ahora, que el agua se llevó todo.

Edith contó que también tuvimos que ayudar a los vecinos, pues algunos se quedaron atrapados. Explicó que tiene más de 30 años viviendo en la colonia, por lo que existe incertidumbre acerca de dónde serán reubicadas las familias.

Manifestó que la estamos pasando muy mal, no queremos despensas, un apoyo, sino la reubicación.

Como en otras colonias, existe inconformidad por la forma en que personal del Bienestar llevó a cabo los padrones de damnificados por John.

Expresó que muchas personas fueron censadas; pero no salieron todas, hubo mucha gente aprovechada, en la calle Hidalgo de Los Lirios estuvieron pagando 500 pesos a los que estaban censando, algo tuvo esa calle que a todos los vecinos los apoyaron.

Mientras las autoridades toman una determinación acerca de su futuro, 120 vecinos permanecen en el albergue de la escuela Artículo 123.

Alan Godínez, habitante del lugar, advirtió que ya les están pidiendo salirse de la escuela, después de un mes y una semana de permanecer ahí, pero las familias no tienen a dónde irse. Detalló que actualmente las familias damnificadas ocupan cinco salones para pernoctar y uno más como cocina y bodega.

Recalcó que es necesario que el gobierno federal les dé certeza y adopte el compromiso por escrito de que las familias serán reubicadas, y que se busque un sitio para que puedan permanecer en tanto ello sucede.

En tanto la vida continúa en La Libertad, en cuya parte alta se observa dominante el deslave ocurrido la madrugada del pasado 27 de septiembre, y donde las vecinas alertan que otra gran roca está a punto de deslizarse.