Jueves 31 de octubre de 2024, p. 10
El debate entre los candidatos a la dirigencia nacional del PAN, Adriana Dávila y Jorge Romero, se caracterizó anoche por el cruce de acusaciones mutuas, pero también la coincidencia de que esta fuerza política requiere ser reconstruida para poder enfrentar al morenismo.
El ejercicio se realizó en la sede nacional del blanquiazul a 11 días de los comicios internos del próximo 10 de noviembre. El formato y la duración de apenas una hora impidió profundizar en los temas a discusión: la vida interna del PAN, el PAN en el gobierno y el PAN en la oposición.
Adriana Dávila destacó que la reconstrucción de Acción Nacional sólo es posible con la participación de la gente, de ahí que planteó regresar a las calles.
El diputado con licencia Jorge Romero dijo que algunos dan al partido un diagnóstico de casi muerte, pero no es el caso, aunque sí le urge una renovación. Por ello, expuso que de ganar la dirigencia convocará a una asamblea nacional para reformar los estatutos; permitir la afiliación inmediata de militantes, que la ciudadanía participe en la elección de los candidatos y que el presidente del instituto no pueda aspirar a un cargo inmediatamente después de concluir su gestión.
La ex senadora le preguntó si el cambio de estatutos evitaría el Coahuilagate, que no haya reparto de notarias y candidaturas, y si esa medida va a generar que haya decencia pública en el partido.
Consideró preocupante que quien aspira a dirigir al partido no tenga la autocrítica necesaria para corregir las cosas que están mal. También quiero la unidad de Acción Nacional, pero no desde la autocomplacencia de aventar los problemas a un rincón
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Entre las acusaciones que se hicieron, Dávila sostuvo que Romero, cuando va a Veracruz, se reúne con los Yunes, que uno de sus coordinadores de campaña dejó sin representantes de partido a 60 por ciento de las casillas y que usa la nómina de gobiernos municipales a su favor.