Miércoles 30 de octubre de 2024, p. 13
En el control de la diabetes, uno de los principales factores es el apego al tratamiento que, con frecuencia, se interrumpe porque los pacientes se cansan de tomar pastillas o de aplicarse la insulina que es inyectada, advirtió el endocrinólogo Jorge Yamamoto, de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD).
Señaló que la terapia es integral y comprende la realización de ejercicio físico, llevar una alimentación saludable y la adherencia a las medicinas. El objetivo es que los niveles de glucosa en sangre se mantengan bajo control. De esa manera, en el mediano y largo plazos se previenen complicaciones graves, como insuficiencia renal, pérdida de la vista por retinopatía diabética, amputaciones por deficiencias en la circulación sanguínea y falla cardiaca.
El especialista participó ayer en la presentación de un nuevo dispositivo para la administración de insulina sin aguja. Es una tecnología de inyección a chorro de alta presión que libera microgotas del medicamento, el cual atraviesa la piel para suministrar la dosis del fármaco necesaria para el control de la enfermedad. La diabetes afecta a más de 18 por ciento de los adultos en México y cada año es causante de alrededor de 100 mil muertes.
Sobre la administración de insulina, Josafat Camacho Arellano, médico internista y educador en diabetes, comentó que las inyecciones diarias dificultan el seguimiento estricto del tratamiento. Para muchos pacientes resultan incómodas e incluso dolorosas, especialmente cuando se repiten en las mismas áreas del cuerpo
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Además, con el paso del tiempo, los piquetes pueden provocar la formación de callosidades en la piel, lo que obstruye la absorción de la insulina y reduce la eficacia del medicamento que, incluso, se puede acumular en el tejido subcutáneo.
Camacho, vocero de la FMD, dijo que aunque la tecnología de las agujas ha mejorado para que los pacientes casi no las sientan, entre 10 y 20 por ciento de ellos les tienen fobia.