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Escribir nos salva a todas
–Y

o me llamo Domingo García Mijangos, soy de la zona de Miahuatlán de Porfirio Díaz, Sierra Sur, Oaxaca. Fui parte de la Coordinación Estatal de los Pueblos de Oaxaca. Nos formamos desde hace 35 años y estamos en todas las regiones del estado. Lo que hacemos es potenciar liderazgos en las comunidades, dar fuerza a mujeres y hombres que tienen madera de líder, y ahora estoy muy fascinado con un grupo de oaxaqueñas que han decidido ser reporteras, y las ayudamos con mucho entusiasmo.

–¿Cómo se acercan ellas a ustedes? ¿Cómo las conocen?

–Van saliendo en la Asamblea y ahí las detectamos. Se capacitan y fortalecen poco a poco en cada comunidad. Ya llevamos tres años en ese trabajo organizativo comunitario en Oaxaca.

–¿En qué ayuda usted, Domingo?

–Nos organizamos para lidiar con situaciones de salud, porque las nuestras son comunidades muy marginadas; hemos ido abriendo rutas de acceso y caminos, consiguiendo beneficios, mejorando escuelas y caminos.

–¿Cómo hacen?

–Gestionamos todo lo que es obra para nuestras comunidades. Hemos logrado vencer la marginación en varias zonas del estado con la participación de la gente a la que enseñamos a organizarse. A raíz de nuestras intervenciones surge la inquietud por lograr mejorías. Nació la idea de formar una red de reporteras, periodistas comunitarias en Oaxaca, todas indígenas. Ellas no tienen más que algunas radios comunitarias en la lengua materna de cada zona, mazateca, chinanteca, zapoteca, pero las reporteras también hablan español; en otra zona también tenemos náhuatl, chatino en la sierra de Juquila, la del santuario de la Virgen de Juquila. Son las lenguas en las que trabajamos y de ahí ha surgido un colectivo de mujeres que se está capacitando para formar la Red de Reporteras Comunitarias.

–¿Cuántas son?

–Ciento cincuenta mujeres y va a crecer el grupo, porque cada comunidad ya nombró a una representante. El nuestro es el primer grupo. Sale de una asamblea. La comunidad nombra a sus reporteras, se capacitan; queremos hacer un ejército de comunicadoras autóctonas, porque eso nos ayuda a reforzar nuestra identidad. También en las radiodifusoras se tiene que hablar en la lengua materna para fortalecerla en la comunidad, que no se pierda el idioma propio de cada región. Lo que no tenemos es la parte escrita, no tenemos un periódico, y eso queremos.

Las compañeras ya tienen un teléfono y suben videos a YouTube, hacen Tik Toks; se están capacitando para mejorar sus videos y subir, por ejemplo, temas de salud. Ya hemos divulgado cómo nacen los niños en la comunidad a través de una partera. También expusimos cómo se cuida la comunidad ante algún peligro. Nos hemos organizado para mostrar las fiestas del pueblo, cómo suena nuestra música, cuáles son nuestras bandas, cómo es la mayordomía en la comunidad. También se va a dar a conocer el abandono de la escuela y el del camino al que no se puede transitar porque se derrumbó con la lluvia.

–¿Esas mujeres son los ojos del pueblo?

–Sí y van a decir al gobierno y a la nación: Así está nuestro pueblo, necesitamos ayuda. Tuvimos una zona muy damnificada por el huracán John y las lluvias durante 15 días. Las comunidades están con sus caminos derrumbados y no ha ido el gobierno a limpiar. Estoy hablando desde la zona de San Juan Otzolotepec, San Francisco, San Marcial. No han venido a limpiarnos. También la gente se está organizando, pero son piedras muy grandes. Tiene que entrar maquinaria, pero para que al gobierno le llegue la información tarda muchísimo. Van una vez y después ya no, entonces, como ya hay Internet en la comunidad, con ese video vamos a presionar en la red a ver si al gobierno le da vergüenza y manda gente a limpiar el camino, porque hay comunidades cuyas rutas están en muy malas condiciones. Por ejemplo, en la zona de Santiago Choapan, la gente vive muy mal porque sus caminos están en pésimas condiciones y con la lluvia no hay paso.

–¿Tú eres regidor?

–Soy coordinador de una asociación civil, es una unión de pueblos a escala estatal. Ese espacio lo formamos hace 35 años. Conmigo está Estefani Palacios, reportera, y ella es, junto con otros reporteros, los ojos de los pueblos para sacar toda la información de lo que está sufriendo nuestra localidad. Por eso hicimos un movimiento de mujeres informadoras, reporteras que van a dar difusión. Son muchas reporteras del estado interesadas.

Queremos que comience en Oaxaca y que poco a poco vaya creciendo en el país y que la mujer tenga mayor participación. Son 150 mujeres. En Oaxaca son mil 2000 comunidades, tenemos 570 municipios; sí, Elenita, en Oaxaca son muchos. Estamos viendo que cada comunidad nombre a su reportera para que podamos dar difusión en todo el estado.

–Pero, ¿quién forma a las reporteras? ¿Dónde aprenden las mujeres?

–En las oficinas de la Coordinación Estatal de los Pueblos de Oaxaca, CEPO, y aquí nos ayuda Estefanía, quien está sentada a mi lado, y un equipo de periodistas y reporteros, fotógrafos,

Una muchacha linda y atenta toma la palabra y me dice:

–Estudié en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, y soy la responsable de las reporteras de Oaxaca. Me invitó Domingo a visitar una comunidad y conocí a varias. Son mujeres profesionistas, otras son amas de casa y unas abogadas, hasta estilistas, estudiantes que quieren ser reporteras.

“Las muchachas de estas comunidades quieren aprender cómo hacer periodismo, cómo hacer videos, cómo escribir, qué preguntar. Están en este proceso porque ya fuimos a visitarlas y vimos el lugar donde podemos capacitarlas. Después, ellas quieren enseñar a otras mujeres que viven en la comunidad para que se fortalezcan y logren llegar a otras comunidades. Ya hemos empezado a hacer una red muy grande de mujeres, todas empeñadas en aprender. Son muchas, muchas.

“Queremos que las mujeres aprendan a acomodar la información y que se dé a conocer en todo el país. Queremos empezar en Oaxaca para que cunda a escala nacional. Ahora es muy importante el entusiasmo de las mujeres, porque antes les daba mucha pena, y ahora han cambiado y son muchas las que quieren dar a conocer lo que hacen sus localidades: curanderas con plantas, parteras y mujeres que quieren hablar del cuidado del ambiente, hasta en comunidades muy lejanas, a seis u ocho horas de la capital, pero que cuentan con radio y televisión, y con un clic se actualizan. Todas pueden ser reporteras. Hay chicas que estudian derecho y quieren ayudar; ya empezaron un decálogo, una lista de pasos de cómo levantar una denuncia y ya van a poder enseñarles cómo ir a una fiscalía, cómo tomar evidencia de cosas, porque luego llegan y se enfrentan a cuestionamientos como: ‘¿dónde tienen pruebas?’, y pues no cuentan con ellas. Entonces, este es el proceso para apoyarlas, para enseñar a otras y que puedan tener sus derechos, que no los violenten y que se sientan seguras en sus comunidades.”

–Ustedes las mujeres van a ser como una red muy grande de periodismo o de información que se publica en distintos periódicos, como una agencia.

–Sí, de información. Claro, lo que también se pretende es que el material que utilicen se pueda distribuir en otros periódicos o a escala internacional, que se dé a conocer en esos espacios y que ellas se den a conocer, porque es muy importante darles voz y nombre, y que lo publiquen, no sé, el New York Times o o un periódico de España.

Son mujeres de las comunidades indígenas que van a dar a conocer todo lo que tienen en sus pueblos. Entonces, habrá reporteros de otros periódicos que pregunten sobre estas comunidades, y se les podrá dar ese material dando crédito a ellas, respetando siempre su autoría, que ellas sacaron el material, lo escribieron, tomaron su video, sus fotos. Es una agencia de reporteras comunitarias indígenas.