Madrid. La comisión independiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que examina la situación de los Territorios Palestinos concluyó que todos los países están obligados a no reconocer las reivindicaciones territoriales o soberanas de Israel sobre las zonas que actualmente mantiene ocupadas y, de hecho, deben trabajar para ponerle fin.

Corresponde a todos los estados cooperar para poner fin a la ocupación ilegal y trabajar hacia la plena realización del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, expuso la responsable de este grupo, Navi Pillay, antigua responsable de la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

La responsabilidad como Estado incumbe no sólo a Israel sino al conjunto de la comunidad internacional, razón por la cual ningún otro país debería reconocer Jerusalén como capital del Estado israelí o trasladar a esta ciudad embajadas, en la medida en que el futuro de la ciudad santa está pendiente.

La comisión, cuyo mandato se remonta a 2021 por orden del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, siempre ha sostenido que la causa que subyace tras el conflicto y los ciclos de violencia es la ocupación, aseveró Pillay, cuyo análisis rechaza los asentamientos israelíes en constante expansión en Cisjordania reocupada.

La Corte Internacional de Justicia declaró en julio la ilegalidad de la ocupación, un histórico hito, que Pillay celebró ayer por tratarse del principal tribunal de la ONU, donde aún se examina la denuncia presentada por Sudáfrica contra Israel por genocidio contra la población palestina en la franja de Gaza, y a la que se han sumado más de 30 naciones, entre ellas México. Sobre esta denuncia, Israel niega los cargos y argumenta su derecho legítimo a defenderse tras el ataque del 7 de octubre de 2023.