Grupos políticos y organizaciones sociales lamentaron y condenaron ayer que seis migrantes fueran abatidos y 10 más heridos por integrantes del Ejército, y exigieron una investigación inmediata que deslinde responsabilidades.

En el Senado se guardó un minuto de silencio. La mesa directiva externó su solidaridad con los familiares de las víctimas, y reconoció el esfuerzo anunciado por el gobierno federal para brindarles todo el apoyo y que haya una pronta respuesta de la Fiscalía General de la República (FGR).

Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, calificó de gravísimo lo sucedido y exhortó a hacer las investigaciones correspondientes.

Organizaciones sociales calificaron el ataque contra los migrantes de uno de los casos más graves en los que se ha visto involucrado el Ejército en esta población.

El Servicio Jesuita a Refugiados México y la Fundación para la Justicia y el Instituto para las Mujeres en la Migración aseveraron que este hecho es una llamada de atención para que el nuevo gobierno cambie la política migratoria.

Por otro lado, cuatro migrantes que estaban hospitalizados en la demarcación chiapaneca de Huixtla recibieron su alta médica ayer. Los tres hombres de Nepal y uno de Egipto fueron trasladados a una estación del Instituto Nacional de Migración.

Fuentes del nosocomio aseguraron que otros cuatro siguen internados, dos de ellos graves.

(Édgar H. Clemente, corresponsal)