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En Donietsk y Kursk, la situación militar se estanca

Rusia y Ucrania intercambian ataques de madrugada con drones

Putin observa ejercicios con 400 buques de guerra en el Pacífico

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▲ Edificio impactado por un dron ucranio en un barrio residencial de Ramenskoye, en las afueras de Moscú.Foto Ap/Cuenta de Telegram del gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobyev
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de septiembre de 2024, p. 26

Moscú. Nuevo intercambio de ataques con drones entre Rusia y Ucrania se registró la madrugada de ayer, en la que la segunda superó en cantidad y regiones afectadas a la primera, cuya respuesta con misiles balísticos y de crucero, sin faltar las bombas guiadas, como ha sido en ocasiones anteriores, no se hará esperar a más tardar al día siguiente.

Según el ministerio ruso de Defensa, derribó 144 aparatos aéreos no tripulados que atacaron nueve regiones de Rusia, 20 de ellos sobre las afueras de Moscú –en Ramenskoye, Kolomna, Domodiedovo, Podolsk y Liubertsy, ciudades del área metropolitana–, lo que obligó a suspender las operaciones de 48 vuelos en tres aeropuertos de la capital rusa.

Por su parte, la fuerza aérea ucrania informó haber destruido 36 de los 48 drones que lanzó Rusia también la madrugada de ayer contra Kiev, Chernigiv, Kirovograd, Cherkasy, Dnipropetrovsk, Sumy, Járkov, Mikolayiv, Odesa, Jersón y Zaporiyia. De acuerdo con ese parte militar, dos misiles, uno balístico Iskander-M y otro de crucero, no pudieron ser interceptados.

Andrei Voroviov, gobernador de la región de Moscú, informó que murió una mujer de 46 años y tres vecinos suyos están ingresados con severas heridas, a consecuencia de los pedazos de un dron que cayeron en un edificio de viviendas en Ramenskoye. Las fotos que circulan en redes sociales y los testimonios de otros inquilinos favorecen la versión de que hubo un impacto directo, que provocó daños en 54 de los 102 departamentos del edificio.

Los sistemas rusos de defensa antiaérea interceptaron 72 drones, la mitad de los disparados desde Ucrania, en la región fronteriza de Briansk y 52 más en Kaluga, Belgorod, Kursk, Orlov, Voronezh, Tula y Lipetsk.

El anterior ataque masivo ucranio ocurrió el 1º de septiembre, con 158 drones derribados según los militares rusos, y el 14 de agosto aseveraron que interceptaron 117 aparatos aéreos no tripulados, lo cual –en opinión de expertos– parece sugerir que Ucrania tiene capacidad para fabricar en torno a 150 drones para un solo ataque masivo cada 10-15 días, sin contar los que emplea a diario en los combates, estos últimos de origen foráneo.

En cuanto a lo que está pasando en los frentes de combate principales, ahora en Donietsk y Kursk, a grandes rasgos la situación no cambia: ni los rusos pueden tomar Pokrovsk, el nudo logístico que se fijaron como prioridad de su ofensiva antes de que comience el otoño, ni los ucranios dan muestras de querer irse de los mil 300 kilómetros de territorio ruso ocupado.

El mando militar ruso –como de un tiempo para acá hace todos los días al anunciar la toma de pequeñas localidades en los flancos de Donietsk a entre 30 y 40 kilómetros de distancia de Pokrovsk–, proclamó ayer la liberación de Krasnogorivka, Vodiane, Galitsivnivka y Grigorivka, en lo que parece, según analistas, un intento de rodear a las tropas ucranias que defienden esa franja del frente o, en su defecto, obligarlas a retroceder, mientras el ejército ruso lleva semanas a 8 kilómetros de Pokrovsk sin poder avanzar.

A todo esto, el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, observó por videoconferencia el comienzo de las maniobras estratégicas navales en las aguas de los océanos Pacífico y Glaciar Ártico, así como de los mares Mediterráneo, Báltico y Caspio.

De acuerdo con un comunicado de la Armada rusa, en estos ejercicios que durarán hasta el 16 de septiembre participarán más de 400 buques de guerra, incluyendo submarinos y barcos de apoyo logístico, alrededor de 120 aviones y helicópteros, así como más de 90 mil efectivos (de varias dependencias del gobierno).

Invitados a asistir como observadores una quincena de socios de Rusia, algunos países incluso van a participar en acciones conjuntas, especialmente China, que mandó cuatro buques de guerra y una nave de apoyo logístico, y ayer, junto con la Armada rusa, en la costa de la región de Primorie, bañada por el Pacífico, hicieron ejercicios para proteger, ante eventuales ataques del enemigo en sus aguas territoriales, las comunicaciones marítimas.

Al dirigirse a los participantes de las maniobras Okean-2024 (Océano-2024), palabras que transmitió en directo la televisión pública local, Putin destacó: Rusia debe estar preparada para cualquier desarrollo de la situación, y nuestras Fuerzas Armadas deben garantizar una protección segura de la soberanía y los intereses nacionales de Rusia y poder rechazar una posible agresión militar desde cualquier dirección, incluso desde el océano y la zona marítima.

De acuerdo con el jefe del Ejecutivo ruso, Washington considera que las islas de la parte occidental del Pacífico, así como algunos países de la región, son prioritarias para desplegar misiles de medio y corto alcance en las llamadas zonas de avanzada.

Para Putin, Estados Unidos con sus acciones agresivas, busca lograr una ventaja militar tangible, rompiendo así la arquitectura de seguridad existente y el equilibrio de poder en la región de Asia-Pacífico y, de hecho, está provocando una carrera armamentista, sin tomar en cuenta la seguridad de sus aliados europeos y asiáticos.