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La testosterona no es el único determinante en el alto rendimiento

Deporte olímpico sigue lejos de la verdadera inclusión

Hay pocos estudios de las personas transgénero e intersexuales y mucha resistencia de federaciones, señala especialista en medicina deportiva

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▲ La campeona de boxeo Imane Khelif fue el centro de acusaciones sin fundamento en los Olímpicos de París.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de septiembre de 2024, p. a11

Si bien París 2024 desató revuelo en la inauguración con una escena de drags, en lo deportivo esta justa olímpica se quedó muy alejada de incluir a una gama más amplia en la diversidad sexual y considerar el desarrollo de las habilidades atléticas más allá de los mandatos de género.

Estamos muy lejos de un consenso de inclusión o tener una tercera categoría en las competencias. Aún hay muy pocos estudios y cierta resistencia por parte de las federaciones, dijo Janet Ávila, especialista en medicina del deporte. Estoy casi segura que ni siquiera en Los Ángeles 2028 llegaremos a ese punto, lamentó.

La campeona de boxeo Imane Khelif fue el rostro de un debate que ha trastocado al deporte desde hace décadas. La argelina enfrentó una ola de señalamientos después de que la italiana Angela Carini, su rival en los octavos de final, dijera que la golpeaba más fuerte de lo normal, lo cual abrió una controversia al recordar que hace unos meses la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la excluyó por supuestamente no aprobar sus exámenes de elegibilidad de género.

Sin embargo, la IBA jamás mostró los resultados de los exámenes o detalló qué parámetros utilizaba para hacer una clasificación por género. Tales señalamientos sin fundamento afectaron la imagen pública de Khelif, quien resistió al asegurar que nació y creció como una mujer cisgénero.

No sabemos nada de la historia clínica de Khelif, pero abre un tema interesante porque hay muy pocas personas con alteraciones genéticas que pudieran influir en las habilidades deportivas, apuntó Ávila.

Las mayores controversias han sido la participación de atletas transgénero, personas intersexuales –las cuales tienen alteraciones genéticas– y mujeres con altos niveles de testosterona, como el caso de la sudafricana Caster Semenya.

Estudios han señalado que un nivel elevado de testosterona en las mujeres puede mejorar la masa muscular y ósea; no obstante, aún se desconoce la manera en la que esta hormona puede mejorar el rendimiento de las atletas.

La testosterona no es un factor absoluto, indicó Ávila. Tenemos otros valores como peso, estatura, los niveles y la temporada de los entrenamientos, las extremidades de los atletas e incluso la capacidad de reacción, explicó.

Falta de interés

La especialista indicó que el mayor problema por el cual el avance en estos estudios es muy lento se debe a la falta de interés por parte de las federaciones, así como al hecho de que aún son muy pocos los atletas de alto rendimiento con alteraciones genéticas, transgénero o características intersexuales.

Los pocos estudios de personas intersexuales están enfocadas en la parte de endocrinología pediátrica. Para en el tema del deporte no hay investigaciones, mucho menos en México. Aunque se investigue a una persona, no podemos sacar conclusiones. Nos quedamos cortos aún pues no tenemos una amplia categorización en lo deportivo, apuntó.

Hasta ahora, la Universidad de Brighton, en Reino Unido, es de las pocas que comienzan a realizar estudios sobre las capacidades de las personas transgénero como la fuerza, potencia y capacidad aeróbica. En Estocolmo, la atleta transgénero Joanna Harper también realiza colaboraciones para avanzar en estas investigaciones.

“Aún hay muchas limitaciones para realizar estos estudios, además de que en ciertos puntos entramos en un debate ético.

Pediría que las personas transgénero o intersexuales busquen acercarse a este nivel en la medicina y el deporte, así tendríamos un punto para empezar. Es importante dejar de señalar socialmente, para que haya más información y la gente no tome posturas cerradas, aseveró Ávila.