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Amenazan trabajadores en paro con cercar San Lázaro el 1º de septiembre
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de agosto de 2024, p. 5

En protesta por la iniciativa de reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), más de 2 mil trabajadores, incluidos jueces y magistrados, clausuraron ayer durante siete horas los accesos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y anunciaron que subirán de tono sus movilizaciones, entre las cuales analizan cercar la Cámara de Diputados el primero de septiembre.

Desde las 7 de la mañana, los manifestantes colocaron en las puertas de la Corte cintas, sellos y pancartas con frases como #Defiendo la Justicia.

Los organizadores concertaron cada movimiento con el personal de seguridad y funcionarios de la SCJN, entre ellos Ricardo Márquez Blas, coordinador de Fortalecimiento Institucional, cuyo nombramiento, que dispuso la presidenta de la Corte, Norma Piña, fue criticado en su momento por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por tratarse de un ex colaborador de Genaro García Luna, secretario de Seguridad de Felipe Calderón y preso en Estados Unidos por ligas con el narco.

Los sellos en las puertas no impidieron el acceso a los ministros y a algunos de sus colaboradores. Cuando entraron los togados fueron recibidos por los manifestantes con notorios contrastes, unos con abucheos y otros con ovaciones. La primera en llegar, a las 8:23 horas, a bordo de su camioneta, fue Norma Piña, a quien los empleados abrieron paso entre aplausos y gritos de ¡no estás sola!

Poco después llegaron Alfredo Gutierrez Ortiz Mena y Jorge Pardo Rebolledo, respaldados por consigas de ¡se ve, se siente, la Corte está presente!

En contraste, Loretta Ortiz fue recibida con abucheos y acusaciones de vendida y traidora. Juan Luis González Alcántara, Yasmín Esquivel y Lenia Batres entraron sin ser identificados por los inconformes, porque iban en camionetas con cristales polarizados, pero en todos los casos se repitieron gritos de ¡ministro, escucha, esta es tu lucha!

A diferencia de sus pares, el ministro Javier Laynez Potisek decidió bajar de su camioneta y caminar unos metros para entrar a pie al edificio. Fue el más ovacionado con gritos de ¡Laynez, Laynez, Laynez!