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Milton, Esperanza
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▲ Portada del álbum Milton + esperanza, que marca el regreso de La Voz de Dios.
Periódico La Jornada
Sábado 17 de agosto de 2024, p. a12

¿Quiere usted escuchar un disco hermoso, verdaderamente hermoso?

Helo aquí:

Se titula Milton + esperanza y es tan bello que por momentos la emoción pone perlas brillantes en nuestros ojos y el corazón palpita lento, arrullado por las voces plenas de encanto y ternura de Milton Nascimento y Esperanza Spalding, autores de este álbum todavía calientito, recién salido del horno.

Poesía, magia, ternura, sencillez y contento, he ahí los signos de este disco.

Milton Nascimento es una de las grandes leyendas de la música, no solamente la brasileña: es un semidiós de la música y de la poesía.

Su voz es tan hermosa que al escucharlo, Elis Regina dijo en su momento: Si Dios cantase, lo haría con la voz de Milton, y desde entonces en los rotativos aparece a manera de sinonimia La Voz de Dios y todos saben que se trata de Milton (pronunciado cariñosamente Miuton) y conocido también como Bituca, tan querido y admirado que hace dos años lloramos junto a Miuton, él mismo llorando frente a una multitud que lloraba en el inicio de su gira de despedida porque una conjunción de enfermedades le aquejan. Pero dijo entre lágrimas frente a las lágrimas de todos: Me retiro de los escenarios, pero de la música jamás. Y lo cumplió. Lo tenemos de regreso, para alegría de todos.

¿Cómo fue la Odisea, válgase tremenda comparación?

De la manera siguiente: así como Odiseo encontró su camino de regreso a Ítaca, donde lo esperaban Penélope y su hijo, Telémaco, Milton halló el sendero de retorno durante uno de los episodios de su despedida.

Sucede que al terminar uno de los conciertos de la gira, el hijo de Milton, Augusto Kesrouani, convenció a una diosa, de nombre Esperanza Spalding, de incluir entre sus proyectos como productora de discos, precisamente el de producir uno de su padre, Milton Nascimento.

Al escuchar la propuesta, la diosa casi rompió en llanto: desde muy joven tiene como uno de sus dioses a Milton Nascimento y sus obras como compositora, contrabajista y cantante, siempre los piensa como si fueran hechos para Milton, e imagina cómo la cantaría y la escribiría Milton.

De manera que no solamente produjo el disco, sino que lo grabó al alimón con su admirado maestro, algo así como lo que en las películas románticas llaman un sueño hecho realidad, cuando ella en realidad nunca pensó en lograr algo así porque tan sólo era un sueño.

Sueño. Sueños. Ese es otro de los ingredientes del disco tan hermoso que ahora nos ocupa. De hecho, el título de la primera pieza del álbum es el relato de un sueño que tuvo Milton y que platica a Esperanza y escuchamos cómo le cuenta el sueño a ella y dice que anoche soñó con que escribía una nueva pieza y se concentraba en la letra, en la poesía y no recuerda cómo pero, cuando despertó, la música ya estaba ahí (The Music Was There es el título de la pieza inicial del disco).

Recomiendo un concierto de 22 minutos en la casa de Milton (Tiny Desk Concert) asequible en la plataforma NPR, en Internet. Ahí está la esencia del disco que hoy celebramos.

Para describir a la diosa Esperanza Spalding me remito a la sonrisa del gran músico y budista Herbie Hancock una noche en que lo entrevisté y al final me dijo: Pablo, te recomiendo mucho escuches a Esperanza Spalding. Ahora que te conozco, sé que te va a encantar. Y así fue.

De hecho, en el Disquero nos hemos ocupado de sus grabaciones.

Curiosamente, en otro momento, al terminar una entrevista que hice a Wayne Shorter, otro gigante del jazz, me dijo al final: Pablo, te recomiendo mucho escuches a Esperanza Spalding. Ahora que te conozco, sé que te va a encantar. Y así fue.

Recuerdo las palabras de Herbie Hancock: en Esperanza Spalding tenemos música que no necesita clasificaciones ni los trucos mediáticos, ni se rinde ante el mercado, me dijo el sabio, sonriendo. Y agregó: es música libre, es la juventud natural como uno de los elementos más profundos del arte sonoro.

Cuando Herbie Hancock me regaló esa recomendación, Esperanza Spalding tenía 27 años y ya tenía una carrera plena de grabaciones, giras, conciertos y el reconocimiento de los escuchas más rigurosos y conocedores, como Bob Dylan, quien es también devoto de los discos de esta diosa que hoy se regaló, en su cumpleaños 40, la experiencia más hermosa de su vida: grabar un disco con Milton Nascimento.

Es momento de decir, en abono de la afirmación con la que inicié la recomendación de hoy, que estamos frente a un disco sumamente hermoso, que juntos, Milton y Esperanza, son la demostración de que los ángeles existen.

Una constatación de esta naturaleza edénica es escucharlos cantar como niños, como dioses, como ángeles: ella con toda la voz abierta, exacta, cristalina, él con toda la voz de Dios.

Este disco, Milton + esperanza tiene momentos muy bellos, desde la segunda pieza, Cais, un poema escrito en un sueño para que ellos sonrían, rían, canten flotando:

Esta es mi versión, que no traducción, desde el brasileiro (derivación brasileña de la lengua portuguesa) original (por cierto, Esperanza habla y canta tan bien el brasileiro que por momentos nos parece escuchar en ella a Elis Regina, a Flora Purim, a todas en una las grandes cantantes brasileñas):

Para quien quiera irse, le invento la pista de despegue / invento más de lo que me da la soledad / invento una luna nueva cuando amanece / invento el amor / cuando nace el dolor de encontrar / el yo quería ser feliz / y entonces invento el mar / me invento dentro de mí al soñador”.

El título del corte 13 del disco es otra historia en sí misma: Um Vento Passou (para Paul Simon); una conjunción de astros paralelos: Milton Nascimento y Paul Simon comparten el don de la poesía, la más hermosa por sencilla. Y el título es una demostración clarísima: Un viento pasó.

La historia es la siguiente: Milton y Simon se quieren y se admiran. Cuando Esperanza Spalding vio que Milton escribió una pieza para Paul Simon, ella lo buscó y le dijo: Mira, Milton escribió esto para ti, a lo que respondió de inmediato él: Quiero cantarla, pero está en portugués, replicó ella, no importa, quiero cantar, y el resultado es maravilloso: Paul Simon y Milton Nascimento cantando a dúo versos tan hermosos y contundentes como el siguiente:

El silencio es el sonido que ya no cabe en el aire

Otro de los bellos momentos del disco sucede en el corte 5: A Day in the Life, de otro de los modelos de Milton: el estilo Beatles. Al contrario de los meros covers, Milton y Esperanza, y un pianista y una banda de extraordinarios músicos, y un coro sorpresa, hacen de esta canción toda una fiesta, como lo es el disco entero.

Además de Paul Simon, hay otras colaboraciones importantes en este proyecto, como la gran estrella canora Diane Reeves y también Carolina Shorter, viuda de Wayne Shorter, artífice ella también, Carolina, de este noble disco que significa el regreso de un héroe que ya había cantado su despedida: Milton Nascimento, quien a lo largo del disco platica con Esperanza Spalding como hace un padre con su hija o su nieta o su sobrina:

Para mí, la música es la vida misma, le dice en algún momento Milton a Esperanza, y los dos se ponen juntos a cantar otra historia, la de Sací, ese personaje de la cultura popular brasileña, ese mito de un joven con una sola pierna, mulato, con agujeros en las manos, que fuma pipa y usa gorra mágica de color rojo para aparecer y desaparecer donde desee, un bromista a quien pueden pedir deseos como al genio que sale al frotar una botella, y Milton y Esperanza cuentan cantando su historia: viene montando un torbellino / deja escapar una carcajada / y desaparece en la vereda, y entonces Milton suelta una carcajada actoral y Esperanza otra bella carcajada como de cómic, y al final todos los músicos ríen, como ríen durante todo el disco, como reímos y disfrutamos nosotros al escuchar este disco tan hermoso, tan verdaderamente hermoso. Al terminar el disco, se nos queda en la cabeza todo, y de pronto, en cualquier momento del día, nos llega a la mente alguna melodía, algún pasaje del disco, algún verso de los que escribe Milton Nascimento tan verdaderamente hermoso como los siguientes, de la pieza que escribió para Paul Simon:

Fue el día que se abrió
con luz brillante
en el amanecer
y fue esa luz la que me dio
esta bella alegría de cantar

Milton + esperanza es lo mismo que decir Milton + anhelo, porque la esperanza no es algo que esperamos que suceda. Es algo que está sucediendo en este instante y es hermoso: la sonrisa que apareció en sus labios, hermosa lectora, amable lector.

X: @PabloEspinosaB

disquerolajornada@gmail.com