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Judas Tadeo y el pensamiento mágico de los marginados
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as reliquias de San Judas Tadeo llegaron a México, el lunes 29 de julio. Estará en la capital hasta el 1º de agosto. En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, los fieles podrán acudir para contemplar el fragmento del brazo del santo de las causas difíciles.

La reliquia de San Judas Tadeo recorrerá distintas partes del país hasta el próximo 29 de agosto para que los seguidores del patrono de lo imposible acudan a solicitar demandas por su intercesión ante Jesucristo.

La devoción a Judas Tadeo en México es trascendente porque tiene millones de adeptos. Su significancia no sólo es religiosa, sino que se ha convertido en un fenómeno social de miles de jóvenes, especialmente, que sufren numerosas carencias económicas, exclusiones sociales y desempleo. Son muchos de los denominados peyorativamente ninis. Judas Tadeo desnuda el México las desigualdades y la marginación.

San Judas Tadeo es uno de los santos más venerados en México, conocido por su cercanía con los fieles. Es un santo dador, efectivo, en el denominado intercambio de bienes espirituales. En su honor, se consagran muchos templos. Muchos se refieren a él cariñosamente como San Juditas, destacando su popularidad en jóvenes sólo superada por la devoción a la Virgen de Guadalupe.

Las adhesiones a Judas Tadeo se explican en el campo de la religiosidad popular que tanto incomoda a la exquisita jerarquía católica mexicana. Es la fe de los pobres y de los sencillos. Es la expresión religiosa de aquellos creyentes que no tienen acceso a la seguridad médica, no acceden a créditos, no tienen Internet y apenas sobreviven. Esta religiosidad se vive, no se piensa, se sufre y se goza. De manera afortunada no está a expensas de densas doctrinas eclesiásticas.

La religiosidad popular es tan dramática como solidaria. Es la fe de las personas pobres que no tienen acceso a las vacunas ni a tratamientos, no tienen IMSS. Son los abandonados de sistema, que se aferraban al manto protector de la Virgen morena y a los detentes, la chamanería y a todo aquello que simbólicamente los resguarde. ¡Porque no tienen ninguna alternativa! La devoción a Judas Tadeo es la religiosidad que puede ser subversiva porque está más allá de los cánones eclesiásticos y guarda resentimientos al poder por estar abandonados. Es un termómetro de la vida y del momento de un pueblo. La devoción guadalupana se incrementa en momentos de crisis como ocurrió durante 2015 y más recientemente en la pandemia. Así, San Judas aparece y reaparece cuando las condiciones se tornan más apremiantes.

Es la fe libre, espontánea, que se asocia con prácticas festivas de los pueblos, colectivas manifestaciones de devoción, son expresiones de celebraciones religiosas como las fiestas patronales, peregrinaciones, el culto o adoración a santos o imágenes de la liturgia católica, así como en bodas y otros festejos cotidianos.

Con San Judas Tadeo se opera este mismo pensamiento mágico de consuelo y protección. A San Judas Tadeo se le piden milagros para situaciones adversas; los devotos mexicanos acuden a él para conseguir empleo, superar dificultades económicas o conseguir una casa, alejarse de las drogas o para demandar salud. ¿O acaso Juditas no es el santo de lo perdido y de las empresas imposibles?

El núcleo mayoritario de devotos de Judas Tadeo, como se decía, son los jóvenes. El universo de la delincuencia, de la droga y el desempleo se hermanan. Los jóvenes, en Juditas, piden oportunidades y asideros para alcanzar una mejor vida. San Judas Tadeo transita muchas veces, como la Santa Muerte, entre una línea de lo prohibido y lo alcanzable. Muchos de sus rituales son clandestinos, y no todas las prácticas que realizan están permitidas por la Santa Sede.

Desde las ciencias sociales, Judas Tadeo es una oportunidad de análisis del México profundo rudo. Es un fenómeno social único, urbanísimo, representa la certidumbre de que pueda existir una solución a cualquier problema. En lo social se observa como una devoción desde la marginación, donde la carencia provoca actos delictivos, donde se impulsa a la creencia y a las prácticas religiosas para la solución de sus problemas. Una devoción que crea una identidad social en torno a este santo. Hay una construcción de un pensamiento mágico, que otorga esperanza y consuelo. En San Judas hay futuro ante una sociedad injusta que ignora y les repele.

El día 28 de cada mes, en el templo de San Hipólito, en el corazón de la Ciudad de México, llegan miles de fieles a rezar y rogar a San Judas, el santo de las causas perdidas. Ponen su devoción para superar sus apremios y carencias. Judas Tadeo fue el último de los 12 discípulos de Jesús. Judas representa la salida y la superación, incorpora el milagro. Judas representa ecumenismo y sincretismos, saludables en sociedades polarizadas. En segundo lugar, San Judas Tadeo representa el apoyo hacia la mujer. En los relatos bíblicos, la esposa de Judas Tadeo siempre aparece apoyando sus tareas.

Bienvenido, Judas Tadeo, a México.