Crecer en Neza, como se conoce de forma coloquial al municipio mexiquense Ciudad Nezahualcóyotl, marcó la vida de Cristina Ríos Espíndola, conocida en el medio del arte urbano como Ella del Bosque: Es cuna de grafiteros, y desde ahí siempre ha sido importante para mí ver espacios pintados. Por eso me dedico a la intervención artística en espacios públicos. Es algo que traía desde antes de estudiar, por lo que no debí pensar mucho en el momento de elegir carrera.

De 34 años y egresada de la Facultad de Arte y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta ilustradora y artista urbana colabora desde hace dos años y medio con el Programa de Murales de la secretaría local de Obras y Servicios, a partir del cual calcula tener entre 30 o 40 obras en varios puntos de la capital del país.

La más reciente fue una en la que retrató a los nadadores Miguel de Lara y Alejandro Castaño, como parte de los 35 murales ubicados en Periférico Norte con los que el gobierno capitalino apoya a la delegación mexicana que participará en los Juegos Olímpicos de París, .

Entrevistada, Cristina Ríos considera que participar en un proyecto institucional de este tipo es una labor noble, porque mediante la intervención del espacio público, se posibilita y facilita el acercamiento de la población a expresiones y contenidos artísticos.

Arte para todos

Es amable porque manejamos un lenguaje que la población puede entender y con el cual se siente identificada. No se necesita pagar la entrada a una galería ni un museo para ver algo de arte, como tampoco tener mucho conocimiento para poder apreciarlo, porque son obras que están en los trayectos que la gente recorre cuando va al trabajo o se traslada por la ciudad y no requieren más que darse la oportunidad de verlas, señala.

“Como artistas de nuestro tiempo, nos corresponde retratar lo que vivimos en la actualidad. Los grandes artistas (del Movimiento del Muralismo Mexicano) plasmaban lo que ocurría en ese entonces y trataban de educar al México de esa época con cuestiones de la Revolución, el indigenismo, la negritud, pero lo hacían desde espacios con difícil acceso para la gente.

Nosotros plasmamos en espacios públicos abiertos lo que vivimos en la actualidad en la ciudad, las profesiones, la lucha de las mujeres por la igualdad y equidad, los problemas de contaminación y movilidad, lo que estamos haciendo con la naturaleza, la extinción de flora y fauna.

Según Ella del Bosque, hoy día existen, no sólo en México, sino en el resto de mundo, muchos movimientos que emplean al arte como herramienta para representarlos, a partir de lo cual asume que quienes se dedican al arte urbano enfrentan una gran responsabilidad.

Como creadores y pintores, tenemos una labor superfuerte, porque estamos dando un mensaje. Lo que plasmemos puede influenciar de manera positiva, pero también negativa, a quien observe nuestro trabajo. Nuestra labor, más que restar, es sumar y proponer soluciones con lo que pintamos, mostrar una visión no sé si diferente, pero al menos alterna. Tenemos, insisto, una gran responsabilidad.