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Negocios y empresas

Partidos políticos ricos

M

ientras los líderes de los partidos políticos se enriquecen, la población se empobrece al destinar miles de millones de pesos en impuestos al sostenimiento de estas organizaciones.

El interés de Alito de permanecer al frente del PRI no es por servir a la patria ni por ideología. Se trata de un interés económico aderezado por el poder. Este partido ha recibido a lo largo de este año, según el Diario Oficial de la Federación, mil 201 millones de pesos para financiar sus actividades ordinarias, 600 millones por gastos de campaña, 36 millones por actividades específicas, 29 millones por franquicias postal y telegráfica y 36 millones de pesos para el liderazgo político de las mujeres. En total recibirá en 12 meses mil 902 millones de pesos, más los recursos que consigue en forma privada.

Con recursos multimillonarios, la mayoría de los partidos en México se han convertido en negocios personales o familiares de sus dirigentes. En teoría, los ingresos que reciben tienen el fin de mantener la pureza en las elecciones, para que los políticos no se vendan ni se contaminen con intereses espurios de empresas o grupos delictivos. Sin embargo, en los hechos, los partidos se convirtieron en empresas que sirven a intereses privados y generan ingresos directos para sus líderes, favorecedores y amigos. Estos grupos se enriquecen de la noche a la mañana sin producir beneficio alguno a la sociedad.

Además, la mayoría de los líderes de partidos minoritarios venden su amor al mejor postor. Los principios que defienden en pro de la ecología, las minorías, los indígenas, la diversidad sexual o de cualquier otra causa sirven de parapeto para enriquecerse a costa de la sociedad. Los electores que apoyan a los partidos minoritarios les permiten mantener sus registros y recibir el dinero del pueblo.

Sin temor a equivocarme, los partidos políticos son tan rentables en México como la prostitución, el huachicoleo y otros negocios ilícitos. Estas organizaciones sólo deben vender una buena causa y esperar a que fluya el dinero a sus arcas.

Ojalá que con Claudia Sheinbaum cambie este círculo vicioso y se reduzcan las partidas gubernamentales que se otorgan a estos entes políticos que sólo defienden intereses personales con los recursos de la sociedad.