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Dead Moon no perseguía el éxito masivo; optamos por el underground

La bajista Toody Cole se presentará el 7 de diciembre en la CDMX

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Jueves 30 de mayo de 2024, p. 7

¿No te gustaría tener de tía a Toody Cole, bajista de Dead Moon entre otros grupos, para preguntarle cómo fue esa vez que rechazaron tocar de apoyo con Nirvana para hacer una gira por Nueva Zelanda?, o bien, que contara sobre la vez que compró la prensa de discos en que se grabó Louie Louie.

“Esa máquina es de 1959, creo, solía estar en una estación de radio popular de los años 60. Entonces, los diyéis cortaban sus comerciales, jingles y canciones con esa prensadora de discos. Uno de los empleados de la radio era mánager de The Kingsmen, los hizo ir a la radio y allí registraron el demo de Louie, Louie, que fue la primera versión y luego la regrabaron para un sello discográfico. Conseguí comprar la prensa para el cumpleaños de Fred, aunque el dueño no quería vender porque estaba rota y tenía muchas piezas sueltas. Con la ayuda del manual, lentamente, Fred logró volver a ensamblarla e hizo que funcionara para utilizarla. La cortadora de discos es anterior al sistema estéreo; todo era monoaural, como los primeros discos de The Beatles, hicimos todos nuestros discos en mono porque era lo que teníamos disponible.”

Hay un sentido del humor un poco oscuro en Dead Moon que se puede adivinar en la carcajada grave y sostenida de Toody, desde Oregón, lo que no quita que parte de su misión musical de vida esté dedicada a colaborar con los vecinos de su ciudad adoptiva, Portland. Tuvimos una tienda de instrumentos y ayudamos a quien atravesara la puerta, los dos, como músicos, sabíamos lo difícil que era. Cuando Fred fue a Portland en 1966 con su banda, no había tiendas de música para fans del rock & roll, así que en la tienda podías tocar, y hasta Fred te mostraba un par de acordes. Tratamos de que esos primerizos empezaran con mucho amor por la música, como nosotros.

Igual que muchos músicos de diferentes ciudades, posiciones sociales, ideologías políticas y artísticas, Fred Cole tuvo una epifanía cuando vio a The Ramones en vivo por primera vez. La diferencia es que Fred había formado parte del movimiento de la música garage que en parte inspiró a The Ramones, cuando lideró The Weeds y The Lollipop Shoppe, que mostraron un lado más duro de la era sicodélica, movimiento que fue ampliamente reivindicado en las antologías Peebles y Nuggets; esta última a cargo del guitarrista de Patti Smith, Lenny Kaye. Entre un proyecto y otro, la existencia de Fred y Toody Cole fue nómada durante mucho tiempo: “Hicimos todo tipo de cosas, estudiamos en Canadá, nos movimos por todos lados; el intentó armar bandas, pero nada duró demasiado, no grabó muchos discos.

Estuvimos un tiempo en Los Ángeles, pero nada sucedió. Nuestra hija ya estaba en edad escolar y terminamos estableciéndonos en Portland. Pusimos la tienda para poder quedarnos en un solo lugar. En esa época, Fred tocaba en el grupo Kingbee, con el que grabó sólo un 45 y luego de eso, The Rats. Después de un par de bandas más, empezamos Dead Moon en 1987, junto al baterista Andrew Loomis. Los cambios son normales para muchos músicos. Cuando creces tus gustos cambian, cuando empezamos The Rats fue después de que Kingbees abriera para The Ramones, después de verlos, Fred quiso empezar a tocar algo más rápido y con más energía, de ahí sale The Rats.

Renegados

Terminado ese grupo hicimos algo de country, y para cuando formamos Dead Moon, Fred quería volver a su gusto original por el rock. Armada de un bajo Vox Phantom, Toody era la contraparte perfecta de Fred, al estilo de las parejas renegadas del tock, como Ivy y Lux, de The Cramps.

“Dead Moon no trató de vender tantas entradas ni una cantidad de discos acorde a la calidad de su música, lo que no fue un fracaso, sino consecuencia lógica de su práctica como creadores, editores y distribuidores de su obra: Todo el mundo anda buscando el éxito; sólo es una cuestión de cuál es la definición de cada uno. En el caso de un grupo, también se trata de cuánto hay que deberle a otra persona para lograrlo. Fred tenía que hacer todo a su manera: cortar sus discos y elegir sus canciones. En un gran sello discográfico, hay que conformarse con su idea de cómo tiene que sonar tu propia música. Se resigna mucho para tener el éxito masivo de Nirvana, o quien sea, y esto no era importante para nosotros; nos interesó más ser bien conocidos en el underground, en una escala más pequeña. Parte de nuestro éxito tuvo que ver con la suerte, en particular con el interés europeo en la música del noroeste de Estados Unidos durante los años 90, cuando pasó lo de Sub-Pop. Creo que ir a escuchar música en vivo estaba particularmente en auge, muchas de las bandas con las que tocamos se hicieron famosas; teníamos 10 años más que la mayoría para ese momento, así que éramos como mentores involuntarios.

Foto
▲ En la imagen superior, Fred Cole; abajo, la agrupación estadunidense, en medio de la cual aparece Toody.Foto tomadas de Wikipedia y deadmoonusa.com

Siempre tuvimos la atención de los colegas, que estaban muy interesados en el proceso compositivo de Fred. Estás haciendo las cosas bien cuando los conciertos se llenan de músicos, especialmente si pagan la entrada, porque todos somos reconocidamente tacaños.

I can’t help, en la voz de Elvis, es pura grandilocuencia y exuberancia pop, pero en la de Toody Cole suena casi tímida, cantando un himno desmantelado, como Moe Tucker de The Velvet Underground en la canción After Hours: “Solíamos hacer muchos covers, tocamos tanto en vivo que nuestra lista de temas consistía en todas las canciones que alguna vez grabamos”. En esa gran cantidad de temas notables se encuentra la fuente de la sustentabilidad de Dead Moon y además la clásica misión de la música garage, que es tratar de demostrar que se pueden hacer grandes discos de rock en todas las décadas, desafiando la línea temporal y el criterio de la historia oficial.

Discos de otros

La prensadora de vinilos de Dead Moon les sirvió para lanzar algunos discos de otros artistas en su propio sello y prestarlo para que hiciera lo propio Greg Sage, leyenda introvertida, que sacó en esa máquina los elepés de su grupo, The Wipers: “Empezamos a tocar con ellos desde sus comienzos. Conocimos a Greg Sage cuando vino a nuestra tienda, y todo el tiempo que estuvo en Portland nos ayudamos. Greg nos contactó con nuestro sello discográfico en Alemania, cuyo dueño es un verdadero coleccionista de música underground de los años 60, así que quería hablar con Fred sobre The Lollipop Shoppe y saber qué estaba haciendo”.

Toody se presentará el 7 de diciembre en el festival Monkeybee, en el foro Veintiocho en la CDMX. “Lo que me hace seguir es que hay una demanda de nuestros espectáculos. Tengo 75 años, así que tocar no es tan fácil como solía ser; lleva mucho trabajo y también es diferente hacer todas las voces. Hay buenas razones por las que iremos a la Ciudad de México: mi baterista, Kelly Halliburton, que también toca en Jenny Dont’s and the Spurs, ama la ciudad y yo quiero conocerla por primera vez. Cuanto más me cuentan sobre este festival más quiero verlo, escuchar a los grupos que toquen ahí y dar un gran show”.

Entre la extensa discografía de Dead Moon vale destacar In the Graveyard (1988), Unknown Passage (1989), Stranded in the Mistery zone (1991) y Strange Pray Tell (1992), así como sus otros proyectos conjuntos, The Rats y Pierced Arrows.