Opinión
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Isocronías

Menos que nada

C

omo no sabía de qué escribir, me puse a hacer poemas, según eso. Ahí les van:

Yo quise ser infeliz / y lo logré. Fue perfecto / mi trabajo. Surtió efecto. / No tuve el menor desliz. / Ay, san Francisco de Asís, / asísteme, por favor. / Ora quiero ser amor. / Ayúdame a conseguir / eso, aunque me haga sufrir. / Ayúdame a ser mejor.

Otrita décima: Ya hice y deshice, ya fui. / Ya viví y me desviví / por vivir. Ya me despido. / Ya hice demasiado ruido / por dizque ser musical. / Vaya, caray, qué animal / salí. Sí, me estremecí / al decirlo, cómo no. / Pero fui, y así soy yo. / ¿A poco no, a poco sí?

Y abusando un poco del respetable, otra más: Del dolor yo no me ocupo, / aunque él se ocupa de mí. / Algo me sabe o me supo. / Yo no lo sé, me perdí. / Pero este dolor me quiere, / bien lo sé, porque me hiere / casi en verdad sin medida. / Este dolor me da vida / y me mata y me requiere / y yo no hallo la salida.

Y ora en lo que llaman verso libre (verso libre no hay, entiéndase eso): Con que yo me quiera / es suficiente, decía mi madre, / orgullosa y amargada. / Pero tenía razón, toda la razón / del mundo, ya que no tenía, / a esas alturas ya no, / el amor de mi padre, zonzo él, / que la desperdició y se desperdició / y nos desperdició.

Y hablando de amarguras (más verso libre): Miro que no miro, / eso es lo que miro, / y es amargo. Pero miro. Muy mal haría / si no mirara lo que miro: que no miro, que acaso / nunca miraré.

Y para terminar un corrido: Corrido del que se va: Yo soy medio primitivo / o soy primitivo y medio. / A veces como que vivo / y otras vivo sin remedio.

Mejor nomás el principio (aquí arribita) y el final (aquí enseguida):

Ya me voy, me he despedido / de ustedes y más de mí. / Ya me voy, me despedí. / Si algo fui, ya soy olvido.

Perdonarán que los abrume con presuntos poemas. Hoy tocó eso. Nos veremos o leeremos o encontraremos en una semana. Pero como todavía dispongo de un, aunque breve, espacio. Concluyamos con un aforismo, o dos:

Creían vivir su época, y estaban secuestrados por los tics de su época, no vivían su época.

Y: No es lo mismo hablar para los apóstoles en la última cena que dar misa, eso es seguro.