Opinión
Ver día anteriorLunes 11 de marzo de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Trump versus Biden
N

o más especulación. Es un hecho, la próxima elección presidencial en Estados Unidos se disputará entre Joe Biden, quien buscará su relección por el Partido Demócrata, y Donald Trump por el Partido Republicano, después de que en 2020 perdió su relección con el hoy presidente Biden. Las encuestas de opinión señalan que Trump supera a Biden por cuatro o cinco puntos. Es interesante definir el perfil de quienes favorecen a uno u otro.

Quienes apoyan a Donald Trump no entienden que la emergencia sanitaria al comienzo de la década dejó a la economía del país prácticamente en ruinas. Trump se negó a entender la necesidad de establecer un plan para detener la propagación del covid-19 y tomar medidas que ayudaran a los millones que sufrieron sus efectos y, por el contrario, negó la existencia de la pandemia y perseveró en el recorte de impuestos al sector de más altos ingresos.

Quienes favorecen a Joseph Biden entienden que el ataque frontal que instrumentó para evitar la propagación de la pandemia fue decisivo y evitó la muerte de miles y que, en contra de los legisladores republicanos, puso en marcha un plan para apoyar a quienes padecieron los efectos económicos de la pandemia. Y lo que fue aún más importante: apoyó a los millones de hogares cuyos recursos fueron diezmados y que, sin un plan de recuperación, hubieran vivido una situación similar a la de la gran crisis de los años 30.

Quienes defienden a Trump insisten en que él ganó la elección en 2020. En enero de 2021 organizaron una intentona de golpe de Estado azuzados desde la Casa Blanca por el entonces presidente Trump, quien irresponsablemente continúa atacando a las estancias electorales que han demostrado plenamente que el ganador fue Biden.

Quienes respaldan a Biden han admitido que la democracia, con todo y sus fallas y limitaciones, funcionó y garantizó la legitimidad del actual presidente, a pesar de los exégetas que la cuestionan.

Quienes insisten en dar su voto por Trump, continúan sin entender que la causa de la inflación es un fenómeno del que Biden no es responsable directo.

Quienes confían en Biden se han percatado que la inflación se ha reducido de 10 a 3 por ciento, y han caído en cuenta que los precios han bajado a pesar de la especulación producida por la especulación y voracidad de los intermediarios en lo que se ha denominado “ Greedflation”. La revista The Economist y varios especialistas mencionan que la economía de Estados Unidos crece por arriba de lo esperado. La inflación está próxima a las metas del Banco de la Reserva, los precios continúan bajando y el fantasma de la recesión se alejó, por ahora.

Quienes avalan a Trump se han sumado a sus sistemáticas agresiones en contra de los migrantes en general, documentados o no, acusándolos de violadores, asaltantes y narcotraficantes. Y Trump ha prometido hacer una limpia en toda la nación para echarlos fuera, ordenando a los legisladores republicanos romper con las pláticas que pudieran dar cauce a la solución del problema.

Quienes confían en Biden han entendido que el asunto de la migración es complejo, particularmente en la frontera, y que es necesario fortalecerla, sí, pero de tal forma que se garantice un proceso de asilo humanitario y consecuente con la tradición de Estados Unidos en ese sentido.

El asunto no debiera pintarse en blanco y negro, pero esa es la única forma de describir la necia actitud de quienes insisten, según revelan las encuestas, en dar a Trump la ventaja. Sólo cabe pensar que en el país hay un buen número de quienes quisieran vivir en un país en el que el color blanco fuera emblemático. Y que el significado de invitaciones como la que Trump hizo al primer ministro de Hungría, Víctor Orban, fuera la pauta a seguir en materia de política exterior.

En su reciente informe a la nación, Biden dio un respiro a quienes le exigen una actitud más firme para evitar que Trump regrese como huésped a la Casa Blanca. Advirtieron que, por fin, se decidió a rescatar su imagen ante la opinión pública y demostrar que, a pesar de su edad, es capaz y tiene la fuerza necesaria para defender sus logros y darles continuidad. Así lo entendieron quienes escucharon su discurso el jueves pasado. La ofensiva parece haber comenzado.