Domingo 2 de julio de 2023, p. 11
El Gobierno de la Ciudad de México prevé concluir a finales de julio la rehabilitación de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que resolverá el problema de hundimientos diferenciales de hasta un metro con 20 centímetros, que provocaron daños estructurales en los tres edificios que conforman dichas instalaciones.
La Secretaría de Obras y Servicios capitalina, a cargo del proyecto, señaló que se destinó un presupuesto de 470 millones de pesos, recursos aportados por la Federación, y que lleva un avance de 74 por ciento en los trabajos que consisten en el relleno de las oquedades detectadas en las zonas donde se hicieron los cimientos de la terminal, estacionamiento y patio-hotel.
Asimismo, agregó la dependencia, se realizan labores de reparación de grietas y refuerzo estructural de los inmuebles que en conjunto suman una superficie de 52 mil metros cuadrados, que con esta rehabilitación de los cimientos se prevé tengan una vida útil de por lo menos 50 años.
La construcción de la Terminal 2 se inició en 2004, durante el sexenio de Vicente Fox Quezada, y dos años después fue inaugurada; se encuentra en la colonia Peñón de los Baños, alcaldía Venustiano Carranza, zona afectada por los hundimientos diferenciales ocasionados por la sobrexplotación del acuífero.
Ante los daños estructurales a la edificación, por los hundimientos de entre 20 centímetros y un metro con 20 centímetros, se determinó realizar trabajos de rehabilitación en los cimientos que ya presentaban grietas, las cuales son rellenadas con resinas.
Asimismo, informó la secretaría, se han suministrado 24 mil 137 metros cúbicos de relleno fluido en las oquedades detectadas en el subsuelo donde se construyó la cimentación, con el propósito de restituir la condición original de la construcción, y se han colocado 110 toneladas de acero para reforzar las estructuras.
Además, los trabajos se realizan de tal manera que de continuar el hundimiento del suelo se dejen todas las preparaciones para que pueda volver rellenarse, por lo que el monitoreo es fundamental para extender lo más posible la vida útil de las instalaciones.