Viernes 9 de junio de 2023, p. 16
Luego de haber sido grafiteado dos veces este año, el mural del pintor David Alfaro Siquieros, ubicado en la Rectoría de la UNAM, se encuentra en un proceso de restauración integral
que ya va muy avanzado.
Así lo informó Alberto González, restaurador del taller de pintura mural del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), quien consideró que para conservar la citada obra sería importante solucionar el diferendo entre las autoridades universitarias y las personas que la han dañado
Como se ha informado en este diario, el mural Las fechas de la historia de México o el Derecho a la Cultura
–creado entre 1952 y 1953 por Siqueiros en la cara norte de la Torre de Rectoría– fue grafiteado los días 20 de febrero y 31 de marzo pasados, en manifestaciones convocadas por alumnos de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.
La asamblea de dicho plantel, que se encuentra en paro desde el pasado 15 de febrero, convocó para este viernes a una nueva marcha hacia Rectoría, lo que incluso llevó a autoridades universitarias a exhortar a los participantes a manifestarse de manera pacífica y no caer en provocaciones
.
En entrevista con La Jornada, González explicó que la actual restauración del mural implica la eliminación de las pintas realizadas por estudiantes en las dos últimas protestas
, y en dicha labor participan tanto él como los restauradores David Oviedo Jiménez, Ángel Flores Martínez y Felipe Casasola.
El experto indicó que la importancia histórica de este mural radica en que muestra el reclamo de una educación pública y gratuita para el pueblo
, además de que fue declarado como monumento artístico y patrimonio de la humanidad, por lo cual deben conocerse las técnicas y manufactura de la obra –de acuerdo con normativas internacionales– para poder restaurarlo.
González apuntó que esta intervención de retiro de pintas lleva 80 por ciento de avance
, y admitió que desde luego se generan sentimientos de frustración (al verlo grafiteado), ya que con cada intervención la obra pierde parte de su integridad física
.