Jueves 8 de junio de 2023, p. 9
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la dirección del trombonista Julio Briseño, presentará mañana y el domingo en el Palacio de Bellas Artes dos conciertos que sólo incluirán a las secciones de metales y percusiones de la agrupación.
El programa 16 de la Primera Temporada de conciertos de la OSN comprenderá Fanfarria para el hombre común, de Aaron Copland; Fanfarria para las fuerzas de los aliados de América Latina, de Henry Cowell; Shivaree-A fanfare, de Leonard Bernstein; Symphony in Brass, de Eric Ewazen; Un canto de guerra de los frentes leales, de Silvestre Revueltas; Poema de Neruda, de Blas Galindo, y Fanfarrias litúrgicas, de Henry Tomasi.
Se contará con la presencia de los maestros Gerardo Díaz, Javier León, Artemio Núñez, Martín Durán, David Velásquez, Juan Ramón Sandoval, Francisco López, Edmundo Romero, Josué Olivier, Rogelio Durán, Fernando Islas, Alejandro López Velarde, J. Diego Jiménez Capilla, Misael Clavería, Roberto Garamendi, Miguel Carlos Rodríguez Sánchez, Esteban Solano, José Eduardo Chávez, Aldo Misael Torrijos y Andrea Yáñez Centeno.
La OSN ha contado a lo largo de su historia con una serie de distinguidos músicos de metales que han enriquecido el prestigio artístico de esta institución. Desde los orígenes fundacionales de la agrupación en 1928 se pueden mencionar los nombres de grandes músicos, virtuosos de sus instrumentos, como Liborio Blanco (corno), Francisco Hoyos (trompeta), Fernando Rivas (trombón) y Rosendo Aguirre (tuba), quienes convivieron en los años 30 con personalidades de la vida musical mexicana como Julián Carrillo, Manuel M. Ponce, José Rolón y Silvestre Revueltas.
Luego vino la época de mayor trascendencia, a partir de la década de los 50, con dos de los símbolos históricos de la OSN, Felipe León (trompeta principal) y Clemente Sanabria (trombón principal de 1954 a 1993), cuyo liderazgo en la sección de metales contribuyó a la creación de una importante fama nacional e internacional de esta orquesta.
La OSN también ha contado con percusionistas de gran talento. Se imponen los nombres de José Pablo Moncayo (autor del Huapango) timbalista y percusionista; Carlos Luyando, timbalista de 1928-1975 y fundador de la cátedra de percusiones del Conservatorio Nacional de México (CNM) en 1949; Homero Valle, fundador de Percusionistas de México; José Hernández, fundador del Ensamble de Percusión de la Escuela Superior de Música del Inbal, y Javier Sánchez Cárdenas, timbalista y jefe de sección de Percusiones, docente creador de muchas generaciones de percusionistas en todo el país y en el extranjero.