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Negocios y empresas

Olvídese de la banca

L

a revolución tecnológica toma cada vez mayor velocidad. Un ejemplo de ello es lo que sucede en el sector financiero, donde la banca tradicional pierde fuerza frente a opciones que son más eficientes, seguras y rápidas.

Tiendas de conveniencia y de autoservicio cuentan con múltiples aplicaciones para realizar todo tipo de operaciones, desde pago de predial, transferencia de recursos, recepción de remesas y otros movimientos de dinero.

Otro cambio se presenta en las empresas virtuales fintech, a través de las cuales se ahorra y se compran y venden acciones y certificados, sin la participación de personas. En forma directa se hace la liga por Internet, se solicita la información para validar al cliente y se depositan o retiran los recursos automáticamente.

Pero la mayor revolución en los flujos de recursos se presenta en los gigantes tecnológicos que se convierten en los principales grupos financieros del mundo. Uno de los países más avanzados en este nicho es China, en donde Ali Baba y Tencent operan como bancos, aseguradoras, casas de bolsa, arrendadoras, afianzadoras, entre otras especialidades. Además, lo hacen con un gran nivel de seguridad, ya que cuentan con información personal de sus clientes, por lo que saben hasta qué nivel llegar.

Ahora toca el turno a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Hace unos días Apple, de Steve Jobs, se alió con Goldman Sachs para ofrecer una cuenta de ahorro en dólares, con una tasa de interés de 4.15 por ciento, superior a la que ofrecen los bancos. Google Cloud de Alphabet, bajo el liderazgo de Sundar Pichai, se alió con Citigroup para ofrecer servicios financieros. Facebook, de Meta Platform, bajo el liderazgo de Mark Zuckerberg, recibe y envía dinero a través de Messenger. Twitter, de Elon Musk, se alía con e-Toro para comprar y vender acciones y otros instrumentos financieros.

A la larga, todos los servicios que ofrecen las instituciones financieras tradicionales se concentrarán en grandes empresas tecnológicas, que adquirirán o se aliarán con las instituciones tradicionales o con nuevas empresas fintech en este tipo de servicios.

En estas condiciones, bancos, aseguradoras, afianzadoras y demás firmas del sector que no se adapten a las nuevas condiciones tecnológicas tenderán a desaparecer durante los próximos años.