Sábado 22 de abril de 2023, p. 7
Veracruz, Ver., El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que los ministros de la Suprema Corte que invalidaron el paso de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se arrepintieron
e intentaron negociar con su gobierno para aplazar la entrada en vigor del fallo, fijado para el primero de enero de 2024.
En la mañanera de ayer, que se realizó en la Escuela Naval de este histórico puerto, el mandatario federal elevó el tono de sus críticas a los ocho ministros que declararon inconstitucional que la GN dependa operativa y administrativamente de la institución castrense: Son unos corruptos e irresponsables
.
Afirmó que la determinación del máximo tribunal no se puede acatar de inmediato, porque el jueves en su sesión resolvieron fijar en enero del próximo año el plazo para que se cumpla.
Se arrepintieron. En vez de que ordenaran que entrara en vigor de inmediato (el fallo) empezaron ahí hasta mandándonos a decir que por qué no se negociaba para que entrara en vigor después. ¡No!, le dije al secretario de Gobernación (Adán Augusto López) y a la secretaria de Seguridad (Rosa Icela Rodríguez). No, nada de negociación, esto tiene que ver con la dignidad, nosotros no hacemos acuerdos en lo oscurito
. Incluso instruyó a sus funcionarios que ni las llamadas les contestaran.
–¿Que entrara en vigor (que la GN dependa de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana) después de enero? –se le preguntó.
–Sí, sí, sí, que querían. Y les dije: ‘Ni les contesten el teléfono’ –detalló el jefe del Ejecutivo federal.
Agregó que la propuesta para una posible negociación vino desde la presidenta de la Corte, Norma Piña, y de otros de los ocho ministros que votaron por declarar inconstitucional el paso de la GN a la Defensa.
El acercamiento se dio en un desayuno de la ministra Piña con la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Ahí empezaron. Y me fueron a consultar el secretario de Gobernación y la secretaria de Seguridad
. Y reveló que la ministra propuso a Rodríguez no quejarse porque sería ella la que, como secretaria de Seguridad, quedaría al frente de la GN tras el fallo de la Corte.
“Y todavía, voy a decir otra cosa, porque esto antes se callaba, le dijo la presidenta de la Suprema Corte a la secretaria: ‘Oye, ¿pero cómo te quejas, si tú vas a manejar la Guardia Nacional’? Politiquería ramplona, abriéndole el apetito (de Rodríguez) para que ambicionara ser ella la que manejara la Guardia Nacional. ¿Qué le contestó? Le dijo: ‘No, es que es un asunto mío’. Pero lamentable el nivel de indignidad, cuando deberían de estar dando ejemplos de rectitud, de moralidad. Nada más para que sepan que ya no es lo mismo, porque se quedaron en el almanaque”, subrayó.
López Obrador aseveró que cuando sus colaboradores le informaron que Rodríguez tendría un encuentro con Piña, le ordenó que dejara claro que no habría ningún tipo de enjuague.
“Ayer (jueves, aparentemente antes que la SCJN diera a enero el plazo para cumplir su fallo) tenía un desayuno la secretaria de Seguridad con la presidenta de la Corte. Entonces, cuando me enteré, les dije: ‘No quiero ningún enjuague’. Ya no es el tiempo de antes, porque quiero enviar la iniciativa de reforma a la Constitución, porque quiero que sea el pueblo el que decida. No puede ser que una élite corrupta sea la que decida un asunto tan delicado como es la seguridad de la gente. Ya se acabó la política cupular, ahora el pueblo manda, y nosotros estamos aquí para mandar obedeciendo al pueblo, siempre. Entonces, no hay negociaciones como las que se acostumbraban antes”.
Reiteró en que enviará al Congreso una iniciativa de reforma constitucional para que la GN dependa de la Sedena (lo que declaró inválido la Corte fue una ley aprobada por el legislativo). Lo hará el primero de septiembre del próximo año, a la espera de la nueva legislatura. Por eso pidió a los ciudadanos no sólo votar por el candidato de la Cuarta Transformación a la Presidencia de la República, sino también por los aspirantes a diputados y senadores, porque para que una reforma a la Carta Magna pase se necesita mayoría calificada en ambas cámaras, es decir, los votos de las dos terceras partes de sus miembros.
(Con información de Laura Poy)