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El mundo de la basura / IV
Aprovechan pepenadores un tercio de los desechos producidos en la CDMX
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▲ En un buen día, trabajadores de limpia pueden obtener hasta 500 pesos con la venta de lo que reciclan .Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de abril de 2023, p. 4

Para los trabajadores de limpia de la Ciudad de México la pepena es una actividad fundamental para incrementar sus ingresos, al grado que de las 12 mil 404 toneladas de basura que se generan al día en la Ciudad de México, al menos 4 mil 336 no ingresan a las centros de transferencia, según cálculos de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina.

Se trata de PET, cartón, vidrio, latas y otros desechos reciclables que son separados por los empleados durante el proceso de recolección, y que una vez terminada su jornada de trabajo se venden en los centros de acopio.

Las ganancias por esa pepena oscilan entre 150 y 500 pesos diarios, según el material y la cantidad que se haya recolectado, y ese dinero se reparte entre todos los que trabajan en el camión, que en ocasiones son hasta ocho personas e incluso una parte de esa ganancia se utiliza para las reparaciones que necesite el vehículo.

Conforme los vecinos entregan su basura, comienza un proceso de selección de los distintos materiales que meten en costales diferentes y van acomodando arriba y a los lados del camión, explicó Guadalupe, para luego llevarlos a los centros de acopio a cambio de hasta 500 pesos, cuando es un buen día.

Como va llegando la señora con su basura, se vacía atrás, en la tolva, y se va escogiendo todo, allí tenemos costales para ir escogiendo y ése es el material que se junta para venderlo y completar el día y para las refacciones del camión, explicó.

Así, antes de ir al centro de transferencia a depositar los residuos recolectados, el camión se detiene en alguna calle para realizar una última revisión y rescatar aquellos desechos que pueden vender, agregó el hombre de 65 años de edad, 40 de ellos en el servicio de limpia de la ciudad.

Empleado de base, actualmente se desempeña como conductor de un camión, en el que todos los chalanes son trabajadores voluntarios, es decir, no reciben un salario ni tienen prestaciones, por lo que viven de la propina y de la pepena de la residuos domiciliarios.

Al día juntan entre 150 y 500 pesos, explica don Guadalupe, ello contando la venta de la pepena que realizan al recibir los desechos de los vecinos, pero además de allí también salen recursos para arreglar las descomposturas del camión, porque llevarlo al taller del gobierno implica no trabajar durante muchos días.

Por eso, de lo que vende uno se va guardando un poquito para que cuando llegue el trancazo de que el camión ya se descompuso mandarlo a componer; porque conviene más que trabaje el camión a que quede allí parado en el taller, explicó.

La pepena realizada por los trabajadores de limpia es una práctica que se extiende por toda la ciudad, señala Óscar, trabajador eventual contratado bajo el esquema de Nómina 8 en la alcaldía Gustavo A. Madero: es una preselección de residuos que se hace como una compensación al salario tan precario que tenemos.

Es algo que se ha hecho durante muchos años y como modo de subsistencia para la mayoría de los trabajadores, sobre todo para los voluntarios que sólo reciben como percepciones las dádivas de los vecinos.

Algunas personas se molestan, explicó Óscar, porque hacemos la separación en el lugar y eso nos lleva tiempo, pero eso sucede, explicó, porque, por ejemplo, en los edificios de departamentos la gente deposita la basura en contenedores, por lo que la pepena la tienen que hacer en la calle.

Se tiene que parar el camión para sacar los contenedores y hacer la selección de los desechos que se pueden vender, algunos lo hacen en la noche para tratar de no generar molestias a los vecinos, pero es una necesidad que tenemos para llevar un poco más de dinero a nuestra casa, subrayó Óscar.