Jueves 20 de abril de 2023, p. 26
Saná. Al menos 85 personas murieron y más de 322 resultaron heridas
antenoche en una estampida en Saná, capital de Yemen, durante un acto para distribuir donaciones de dinero para conmemorar los últimos días del Ramadán, informaron ayer autoridades hutíes.
Hay mujeres y niños entre los muertos
, precisó un funcionario de seguridad hutí que pidió el anonimato. La tragedia ocurrió en el distrito de Bab Yemen dentro de una escuela donde se estaba distribuyendo la ayuda, de acuerdo con un corresponsal de la agencia de noticias Afp en Saná, controlada por el grupo armado rebelde.
Las fuerzas de seguridad se desplegaron en la zona de la tragedia e impidieron el paso de las personas que se acercaban para encontrar a sus familiares.
Los fallecidos y heridos fueron trasladados a hospitales cercanos y las personas responsables del reparto benéfico fueron puestos bajo custodia policial, informó el Ministerio de Interior en un comunicado publicado por la agencia de noticias hutí, Saba. El portavoz de esta cartera, brigadier Abdel-Khaleq Aghri, atribuyó la tragedia a la distribución aleatoria
de fondos sin coordinación con las autoridades locales.
Sin embargo, testigos citados por la agencia Ap, dijeron que hutíes armados comenzaron a realizar disparos al aire en un intento por controlar a la multitud y aparentemente uno de los disparos impactó un cable eléctrico, lo que provocó su explosión. Eso desató la estampida.
El Ministerio del Interior informó que detuvo a dos organizadores y añadió que ya se abrió una investigación. La tragedia ocurrió días antes de la fiesta del fin del Ramadán en un país golpeado por la guerra y la pobreza.
La capital yemení está bajo control de los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, desde que descendieron desde su bastión en el norte del país en 2014 y derrocaron al gobierno reconocido por la comunidad internacional. Una coalición encabezada por Arabia Saudita intervino en 2015 para intentar restaurar al gobierno con reconocimiento internacional.
El conflicto se ha convertido en los últimos años en una guerra indirecta entre Arabia Saudita e Irán que ha cobrado más de 150 mil vidas, incluidos combatientes y civiles, y ha provocado uno de los peores desastres humanitarios a nivel mundial.