Miércoles 5 de abril de 2023, p. 18
El robo con violencia a negocios minoristas, es decir, pequeños comercios, aumentó 40 por ciento en México durante 2022, reveló ayer una encuesta elaborada por Alto, una empresas de protección y seguridad privada.
De acuerdo con su estudio, basado en preguntas de percepción hechas a integrantes del sector minorista, además de la violencia, otro problema son los farderos, personas que esconden productos entre su ropa.
Según la encuesta, 59 por ciento de los robos son efectuados por estos farderos, quienes se ha detectado, operan con frecuencia en forma de banda delictiva, al grado de aplicar estrategias para evadir la seguridad y hasta las cámaras de vigilancia.
Tras el aumento de 40 por ciento en los robos con violencia, el siguiente segmento que más aumentó el año pasado respecto de 2021 es el del hurto interno y saqueo, que se incrementó 33 por ciento.
La encuesta de la compañía de seguridad revela que los artículos que más se roban son de salud y belleza, que incluyen cosméticos, desodorantes, cremas corporales y faciales. Le sigue el rubro de ropa, en el que destacan los estuches de productos para bebés, así como blusas, playeras, ropa interior y zapatos.
Un tercer lugar es el segmento de electrónica, como celulares, audífonos, tabletas, computadoras y pantallas, aparatos que son más difíciles de esconder.
Paralelo a lo anterior, recientemente Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).informó que en los meses recientes se ha detectado un aumento en los casos de extorsión a pequeños comercios, lo que además de empeorar la situación de este tipo de establecimientos se ha convertido en un factor que afecta directamente a los consumidores, pues abona a la elevada inflación que enfrenta México.
Rivera destacó que en más de un tercio del país se ha desatado una ola de extorsiones, siendo el principal el cobro de piso bajo acoso y amenaza, logrando cuotas que van de mil a 30 mil pesos dependiendo del giro del negocio, dinero que posteriormente los locatarios se ven obligados a trasladar a los consumidores en forma de incrementos en los precios.