El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, admitió que un área de mejora del sistema electoral mexicano es avanzar hacia menores costos de este aparato.

En su opinión, es prudente racionalizar el financiamiento público de los partidos políticos, cuidando la equidad y que las prerrogativas sean mayores respecto de los recursos de particulares.

En una conferencia sobre los desafíos de la democracia mexicana, el consejero habló también de la necesidad de transferir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la decisión sobre medidas cautelares, ahora responsabilidad de la Comisión de Quejas del INE.

En general, se pronunció en favor de simplificar el sistema.

Nadie está en contra de abaratar costos, dijo, pero al mismo tiempo recalcó que el aparato mexicano cuesta porque está basado en la desconfianza. Cuando una directora académica le insistió sobre los altos costos del INE, indicó que es falso que sea el órgano más caro del mundo y que los consejeros ganen más remuneraciones que el Presidente de la República.

Aseveró que se gasta mucho dinero en papel seguridad con el que se fabrican las boletas o para capacitar en cada elección a miles de ciudadanos.

Lo que quiero decir es: ponderemos los costos de lo que tenemos y trabajemos para abaratar el costo de las elecciones, pero no caigamos en expresiones como que hay un exceso de costo (del INE).

Para el sistema electoral nacional se erogarán el año próximo 27 mil millones de pesos, acorde con la solicitud presupuestal del INE y del TEPJF; de esta partida, poco más de 6 mil millones corresponden al financiamiento a los partidos políticos nacionales.

En abril pasado, el presidente López Obrador envió al Congreso una iniciativa para el ahorro de al menos 50 mil millones de pesos en la materia, que incluye desaparecer los tribunales y los organismos públicos locales (Oples) o institutos estatales electorales.

Córdova señaló la necesidad de tomar en cuenta el contexto histórico y político de México, así como las reformas desde 1977 hasta la de 2014, pero sobre todo el funcionamiento del INE y qué cambios requeriría.

Destacó que los pasados ocho años, el instituto ha organizado 330 elecciones de todo tipo (con un costo general de 100 mil millones de pesos), así como tareas extraordinarias, incluido el monitoreo de señales de radio y de televisión y la generación del mecanismo de identidad más importante para los mexicanos, la credencial para votar, cuya base de datos se usa también para la identificación de cadáveres.

Bajo la premisa de que se pueden realizar a la perfección las elecciones de 2024, aseguró que una reforma debe contar con consenso amplio de las fuerzas políticas, de preferencia, con unanimidad.